lunes, 9 de enero de 2017

Navidad en Alcoy

Si quieres conocer unas fiestas navideñas diferentes, tienes que vivir la Navidad en Alcoy.

La Navidad es una fiesta que suele despertar sentimientos encontrados. Los hay que la detestan, mientras que otros la aman. Los factores que hacen que sea de una y otra manera son varios: la existencia o no de niños en la familia, la cantidad de miembros de la misma, el que hayan ocurrido algunas desgracias en Navidades anteriores o el grado de cuñadismo que se dé en las cenas y comidas características de las fechas.

Yo, a pesar de que no tengo hijos y echo de menos a ciertas personas durante esos días, reconozco que me sigue gustando la Navidad. No tanto como hace años y quizá con una sensación de melancolía que supera a la de felicidad. Pero es lo que tenemos los escritores, que nos va ese rollo y, sobre todo, lo usamos de fuente de inspiración.

Sin embargo, donde la Navidad sigue siendo celebración, alegría y fiesta es en la ciudad de Alcoy.

Siendo alicantino era una auténtica vergüenza que jamás me hubiera acercado a conocer la Cabalgata de Reyes Magos con más tradición en España. Había escuchado comentarios, la había visto en la televisión, pero jamás la había presenciado en persona.

Ahora que he vivido la Navidad en Alcoy, entiendo por qué los niños de esta ciudad son los más felices e ilusionados del mundo durante estas fiestas.

Una celebración que, a pesar de lo que mucha gente piensa, no solo consiste en la Cabalgata de Reyes, sino en muchas otras tradiciones:

El Belén de Tirisiti

Marionetas del Belén de Tirisiti

Aunque la Cabalgata es el acto principal y el más conocido a nivel nacional, la Navidad en Alcoy tiene mucho más.

Las entradas para presenciar la función del Belén de Tirisiti (Betlem de Tirisiti en valenciano) se agotan en cada sesión.  Se trata de un espectáculo dirigido tanto a niños como adultos y os lo digo con conocimiento de causa, porque yo no dejé de reírme y cantar durante la media hora de función.

Tiene lugar en el Teatro Principal, ubicado en la calle Santo Tomás, 5, junto a la Plaza de España.

Se dice que este belén tan poco convencional surge de la antigua tradición de las familias beleneras, que llegaban a Alcoi en sus carros para plantar sus belenes en distintos lugares de la ciudad. Con el paso del tiempo, esta costumbre se fue perdiendo y Tirisiti fue el último y único superviviente.

Tirisiti lleva más de 100 años poniendo música, color y humor a la Navidad en Alcoy.

Un niño grande entrando al Belén de Tirisiti

Cuando apagan las luces y se levanta el telón, aparece un decorado a escala que representa una visión antigua de la ciudad. Hasta aquí todo bien, pero después un auténtico surrealismo – aunque creo que el nombre más fiel sería el de “realismo mágico” que tanto le gustaba al gran Gabo García Márquez – se apodera de todo… Y de todos.

Las marionetas – que son dirigidas por personas situadas bajo el escenario – aparecen en el escenario y comienzan la representación.

Los primeros minutos versan  – siempre en clave de humor e incitando a la participación del público – sobre el nacimiento del Niño Jesús y la huida de María y José.

La gente canta, ríe y grita con los comentarios de la narradora – una crack – y las acciones de las marionetas.

Después, la escena navideña deja paso a otra en la que aparece nuestro anti-héroe: el gran Tirisiti.

Tirisiti está enamorado de Tereseta y habla emitiendo uno serie de pitidos que al principio parecen ininteligibles pero a los que coges el tranquillo después de unas frases.

La tradición de la gran fiesta de Moros y Cristianos – otra que debo ver este año -, una historia con la iglesia y un torero que da pases a un toro supuestamente manso, son las nuevas tramas de esta segunda parte del espectáculo. Una locura sin pies ni cabeza que arranca las risas y canciones del respetable.

Yo, que no soy nada respetable, acabé totalmente inmerso en este realismo mágico y debo reconocer que la función se me hizo corta.

Los niños conocían bien a todos los personajes – destacando Tirisiti y el Abuelo – y cantaban sin parar, pero también sus padres. Y es que el Belén de Tirisiti es una tradición que lleva pasando de padres a hijos durante varias generaciones.

Fue el aperitivo perfecto para marcharnos a presenciar el desfile del Bando Real (más conocido popularmente como “Les burretes”) que precedía a la gran Cabalgata de Reyes

El Bando Real

La carroza del Embajador

La noche del  4 de enero, las familias salen a la calle a recibir al Embajador, pajes, antorcheros y personajes del Belén de Tirisiti, en otro de los actos centrales de la Navidad en Alcoy.

La comitiva va acompañada de “les burretes”, unas burritas que portan grandes sacas en las que los niños depositan sus cartas a los Reyes Magos.

El recorrido comienza, a las 7 de la tarde, en la Font Redona (parte alta del parque de La Glorieta) y discurre por las calles de San Nicolás, Plaza de España, San Lorenzo, Avenida del País Valencià, Paseo de Cervantes y Alzamora, terminando a la altura de la iglesia de San Roque.

Las calles se llenan hasta los topes y es aconsejable acercarse un poco antes a coger sitio. Todo esfuerzo se ve recompensado cuando observas la ilusión dibujada en los rostros de los más pequeños.

Como nota de autor, os aconsejo que no os perdáis el “pregón del Tío Piam”, recitado en varias ocasiones  mientras los personajes del Belén de Tirisiti se desplazan desde el Teatro Principal hasta la Font Redona. Suele tener lugar sobre las 6 de la tarde.

Aún es la noche del 4 de enero y los niños de Alcoy ya van a tener complicado conciliar el sueño.

El Campamento Real

En una nueva iniciativa que tan solo lleva haciéndose un par de años, en la mañana del 5 de enero, los niños y sus padres podrán visitar el Campamento Real en el que descansan los Reyes Magos y toda su comitiva.

Se encuentra situado en el Preventorio – una colina ubicada a unos 5 km de la ciudad – y los fondos recaudados por el pago de la entrada – que tan solo cuesta 1 euro – son destinados a fines solidarios. Las 3.500 entradas que se pusieron a la venta online y en la Oficina de Turismo de Alcoy volaron en pocas horas, pero se puede comprar in situ tras una larga cola.

Allí, bajo un sol espléndido, visitamos las jaimas de los Reyes Magos, vimos a los camellos, cabras, emisarios, pajes y la gran cantidad de paquetes de regalos que estaban siendo preparados para su entrega esa noche.

Un gran número de voluntarios de la Asociación Cultural Samarita se encarga de informar a la gente y hacer que todo funcione, repartiendo, también, globos y chucherías a los niños que son los que más disfrutan de la visita.

La Cabalgata de los Reyes Magos

Y en la noche del 5 de enero llega el acto central de la Navidad en Alcoy.

La Cabalgata de los Reyes Magos de Alcoy es la más tradicional – y, para mí, espectacular – de las que vi en España.

Una auténtica oda a la ilusión que os narraré en un artículo dedicado exclusivamente a ella.

Otras actividades de la Navidad en Alcoy

Existen otras cosas que puedes hacer para vivir la Navidad en Alcoy.

En la céntrica Plaza de Dins hay una pequeña pista de hielo donde las familias patinan durante todas las Navidades.

Otro clásico, son los distintos belenes que se pueden admirar en la ciudad. Suelen destacar los que la Asociación Belenista de Santa Rosa monta en el Círculo Industrial, en el Centro Comercial Alzamora y en las oficinas de Caja Onteniente, en la zona de Santa Rosa.

Por último, puedes visitar el Museu Casal del Nadal, ubicado en la antigua capilla de la Virgen de los Desamparados. Aquí encontrarás un resumen de todas las tradiciones de la Navidad en Alcoy.

Se realizan rutas teatralizadas, acompañadas por los personajes del Belén de Tirisiti, por todos los puntos que representan la Navidad en Alcoy.

 

La Navidad en Alcoy hace soñar, no solo a los más pequeños sino también a los mayores.

 

 

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