Hay muchas razones para viajar a Irlanda. Algunos lo hacen para aprender inglés. Otros buscando fortuna y oportunidades de trabajo. La mayoría lo hace por el placer de viajar y conocer nuevas culturas, tradiciones y formas de ver la vida.
Y eso es exactamente lo que ofrece esta emblemática isla, situada en la esquina más occidental de Europa y bañada por las aguas del Atlántico: personalidad, hospitalidad, cultura y tradiciones.
Visitar Dublin entiendo que es casi obligado, teniendo en cuenta que la mayoría de vuelos aterrizan en la capital irlandesa. Pero a partir de aquí, un amplio abanico de posibilidades se abren para perderse entre los verdes prados y las acogedoras aldeas de estas tierras en su día pobladas por los celtas y los vikingos.
Yo he viajado en varias ocasiones por el condado de Donegal, por lo que a continuación te voy a dar algunas recomendaciones si planeas realizar una ruta por el Oeste de Irlanda.
Los acantilados de Slieve League
La costa Oeste de Irlanda ofrece un gran número de escenarios que te dejarán boquiabierto. Uno de ellos es el que presentan los acantilados de Slieve League, situados en la parte más salvaje de Irlanda.
Si tu plan es comenzar tu viaje en Dublin, en poco más de cuatro horas de coche llegarás al condado de Donegal. Si empiezas la jornada bien temprano, a la hora de comer ya te encontrarás frente a estos monstruos de la naturaleza.
Así que ya tienes la primera jornada del viaje preparada: Desayuno en la capital, unas horas de carretera y a medio día ya estás frente al Atlántico.
Esa primera noche puedes descansar en Killybegs, una población pesquera situada a escasos kilómetros de los acantilados y en el que encontrarás numerosos restaurantes y bed & breakfast.
Arranmore Island
La jornada número dos perfectamente la puedes pasar visitando esta simpática isla en la que el idioma gaélico es el que se escucha por las calles.
6 pubs, una iglesia y un taxista. Bienvenido a Arranmore Island, un lugar fascinante en el que podrás pasar el día impregnándote de Irlanda. Para llegar hay que tomar un ferry. Si te gusta caminar, en 4 horas podrás recorrer los 14 kilómetros que rodean la isla.
En cualquiera de los pubs podrás mezclarte con los locales que estarán encantados de conocerte y contarte anécdotas sobre cómo es la vida en este pedacito de tierra en el que residen 514 personas según el censo del año 2011.
Ardara
Un buen lugar para alojarse y relajarse es Ardara. A medio camino entre los acantilados de Slieve League y Arranmore Island, esta pequeña localidad es tranquila y ofrece calma y descanso.
Si tu plan es pasar un par o tres de días en el condado de Donegal, Ardara puede convertirse perfectamente en el lugar donde cenar y dormir tras finalizar alguna de tus fascinantes jornadas.
Durante tu ruta por el Oeste de Irlanda, no te olvides de que el mejor premio tras un intenso día es una buena Guinness, como las que sirve Charlie en Nancy’s Bar.
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