jueves, 9 de junio de 2016

Crónicas desde Costa Rica: en el volcán Poás

Volcán Poás
En Centroamérica hay cientos de volcanes. Pero muy pocos son tan accesibles como el volcán Poás costarricense. Por eso y por su cercanía a la capital se ha convertido en una de las atracciones imprescindibles en toda visita al país.

No es fácil ver de cerca el cráter de un volcán de casi 3.000 metros de altitud; más aún si es un volcán activo. La mayoría de ellos o son inaccesibles por el peligro que entrañan o requieren una ascensión de varias horas no apta para espíritus sedentarios. De ahí la fama del volcán Poás: es el único –al menos de los que yo conozco- que se puede subir en coche prácticamente hasta la cima. Desde el parking al mirador del cráter principal no hay ni diez minutos andando; vamos, lo hace hasta mi abuela.

Por eso es el volcán y el parque nacional más visitado de Costa Rica (un país que cuenta con más de 100 conos volcánicos). Por eso… y porque además está muy cerca de la capital, San José (una hora en coche), y se puede hacer desde allí como una excursión de día. Si nunca has visto de cerca el cráter de un volcán activo, te lo recomiendo.

Desde el mirador se tiene una vista soberbia del cráter principal, de 1,3 kilómetros de diámetro y unos 300 metros de profundidad. Comparado con el denso y verde bosque nuboso que cubre las laderas, la desnuda aridez de la caldera parece el impacto de un meteorito que hubiera dejado la zona hecha unos zorros o una explotación minera a cielo abierto.

Al fondo del gran agujero, una laguna de aguas celestes y burbujeantes de unos 300 metros de diámetro nos recuerda que por ahí, todo para abajo, se llega al centro magmático de la tierra. La laguna está a 40 grados de temperatura y genera continuas emanaciones gaseosas, que en ocasiones han llegado a alcanzar los 250 metros de altura. La última gran erupción del Poás fue en 1954.

Laguna Botos, volcán Poás

Aunque la mayoría de visitantes se conforma con hacerse un selfie en el mirador del cráter principal, hay un par de senderos señalizados que permiten explorar otras zonas del parque. El más frecuentado es el de la laguna Botos, que lleva en unos 30 minutos de cómodo paseo a través de un bello bosque nuboso hasta otro cráter, ya inactivo. El agua de lluvia terminó por colmatar esa vieja caldera dando lugar a la actual laguna.

El otro sendero se llama Escalonia y atraviesa otra zona bastante densa y bien conservada del bosque tropical nuboso que tapiza las laderas del volcán.

Datos prácticos

El parque nacional Volcán Poás abre todos los días, de 8 a 3:30. La entrada cuesta 15$ para extranjeros y 1,5 $ para nacionales.

NOTA IMPORTANTE: los senderos Escalonia y laguna Botos se encuentran ahora mismo cerrados por obras de reforma. Su reapertura está prevista como muy pronto para finales de septiembre de 2016.

Bosque nuboso Poás 2



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