1. Extrañarás los tacos sobre todas las cosas.
Porque nada sabrá tan rico como un taquito de pastor con limón, cilantro, piña y cebollita. Este sentimiento será potenciado cada que termines la fiesta y te estés muriendo de hambre… ¿En qué fregada calle hay un carrito de tacos?
2. No tomarás shots de tequila o mezcal en vano.
Aprenderás a la mala a valorar un buen tequila, porque a donde vayas te espera el Patrón u otra aberración semejante. Y el mezcal lo guardarás para ocasiones importantes como el 16 de septiembre o tu cumpleaños.
3. Santificarás los jugos que había en el mercado de tu colonia.
Porque una vez que cruzas los límites de México, el valor de la naranja y muchas otras frutas aumenta como la tarifa de Uber en Hoy No Circula. Un juguito antigripal con su naranja, piña, jengibre y guayaba no debería ser un lujo, ¡nunca!
4. Honrarás a tu himno nacional.
Durante la infancia jamás pasó por tu cabeza el momento en el que cantarías con orgullo tan desbordado el “mexicanos al grito de guerra”, pero ahora que estás fuera de tu patria nada te hace sentir más en casa que esto.
5. No gastarás en garnachas.
Porque ya no estará el joven o la señora de afuera del Oxxo que te quita el antojo todos los días a partir de las siete de la noche y hasta altas horas de la madrugada. De hecho, tampoco habrá Oxxo… buena suerte con eso.
6. No romperás el reglamento de tránsito.
Porque hasta siendo peatón te pueden multar por andar cruzando a la Viva México. La crisis está fuerte y a la hora de convertir, te aseguro que no te vas a divertir.
7. No robarás el picante del prójimo.
Por más antojo que te provoque encontrar la salsa Valentina, el chamoy o el Tajín de algún paisa descuidado, sabes que meterte con estas cosas es lo peor que si le robaras el pasaporte. Los mexicanos sabemos muy bien que la comida sin salsita no sabe igual, así que no seas gandalla y mejor pídele tantita.
8. No dirás que se acabó la fiesta en falso.
Para los mexicanos la fiesta nunca acaba cuando dicen que acaba. Siempre falta la eterna despedida, acabarse las chelas que acaban de llegar, las propuestas de after o de seguirla en casa de alguien… Es un gran choque cultural que la fiesta se acabe cuando debe acabarse.
9. No consentirás ninguna enfermedad.
Porque por estos nuevos rumbos no vas a encontrar consultas de sesenta pesitos con el doctor Simi, así que harás lo posible por que tus defensas siempre estén al tope.
10. No codiciarás las playas ajenas.
Porque no te vas a meter a un mar donde la temperatura causa hipotermia y el agua no es cristalina con tonos turquesa. Ni modo, estamos acostumbrados a lo mejorcito.
Texto por: MONTSE AGUILAR
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