Golf y team building en el palacio de Urgoiti, en Uribe

El Palacio Urgoiti

Dudo que exista en el mundo otro palacio del siglo XVII que fuera desmontado piedra a piedra para ser trasladado a otro lugar y ser reconstruido totalmente. En los años 60 del siglo pasado se proyectó la construcción de una carretera que pasaría por el lugar donde se levantaba el palacio de Urgoiti. Ni cortos ni perezosos, sus dueños lo cambiaron de lugar. Sin más. Y es que si los vascos nacen donde quieren, los palacios vascos se erigen donde les viene en gana.

Una mañana gris de sábado nos dirigimos hacia el palacio de Urgoiti para realizar un par de actividades que jamás había probado: golf y juegos de team building.

Golf

Sinceramente, veía el golf por la tele porque soy capaz de tragarme cualquier tipo de deporte. Todos me entretienen. Durante años no le encontré la gracia a este juego que asociamos con la gente rica. Así fue hasta que me fui a vivir a Irlanda y me dí cuenta de que muchos de mis compañeros de trabajo, tan pelados como yo (y no me refiero al tema capilar, que ahí también iba mal la cosa), jugaban al golf con cierta regularidad.

Fueron varias las veces que fuimos a echarnos unas risas a los Pitch &  Putt que teníamos por Dublín. El Pitch & Putt es como el golf pero con distancias más reducidas. Los hoyos son de menor recorrido y es apto para casi todos los públicos.

Si quieres practicar este tipo de golf en Uribe no encontrarás campos mejores que los que se encuentran en el palacio de Urgoiti.

David, el profesor, nos recibió en la zona de práctica para darnos las primeras lecciones. Nos enseñó a coger adecuadamente el palo (y así pude descubrir que siempre lo había cogido mal) y nos habló de los distintos tipos de hierro. Cada uno tiene sus propiedades y consiguen un mayor o menor alcance y elevación.

Tras la breve explicación, nos dio un cubo de bolas a cada uno y nos dejó practicar libremente. Yo tenía un problema de muñeca y apenas pude golpear un par de bolas, pero mis amigos y compañeros demostraron que, una de dos, o ya habían jugado antes o tenían buena maña natural para el golf. Después supe que había mezcla de las dos cosas.

Una vez hubieron afinado palos y puntería, pasamos al campo de Pitch & Putt. El lugar en el que se encuentran los hoyos es una maravilla. Una colina cubierta de robles centenarios, pinos y encinos, con vistas a la verdes tierras de alrededor.  Este entorno acabará distrayéndote del hoyo, así que concéntrate.

No hace falta ser socio para poder jugar en los hoyos de Urgoiti. Por un precio que oscila entre 10 y 15 euros por persona puedes pasar una divertida mañana con amigos, como hicimos nosotros. Son de par 3 (lo que quiere decir que debes meter la bola en tres golpes o menos para cuadrar con la dificultad del hoyo) y sus longitudes varían entre los 90 y 120 metros.

Hubo de todo: entradas a búnker de arena, estanque y zona de árboles; pero en general mis muchachos y muchachas lo hicieron muy bien. Muchas risas y buen rollo en cada uno de los hoyos. Una buena forma de pasar una mañana al aire libre con amigos.

Team Building

Tras la relajación y las risas del golf, llegó el momento del pique y la competitividad, pero también del trabajo en equipo y la elaboración de estrategias. Estos son los fines que buscan las actividades y juegos diseñados por el gran Txapas, fundador de la empresa trokabentura.

Eso sí, para que os hagáis una idea, Txapas fue durante un par de años la mente perversa que maquinaba las durísimas pruebas del concurso televisivo “El Conquis” (se emite en ETB, la televisión vasca). Ha hecho que gente bucee en las aguas de un glaciar patagónico buscando un piolet, se coman bichos vivos y cosas por el estilo. Realmente, la cosa era para temblar. Sin embargo, las actividades que nos planteó el sábado eran mucho más light.

Nos dividimos en dos equipos de cuatro y nos metimos en el lío.

Comenzamos los retos con una divertida carrera de sacos. Los cuatro componentes de cada grupo debían meterse dentro de un gran saco y avanzar a saltitos. La clave residía en coordinarse como equipo y brincar todos al mismo tiempo. Acabamos por el suelo varias veces para risas del personal.

Después realizamos una prueba de ir tendiendo una plancha de madera a modo de puente levadizo entre cajas que debíamos ir cruzando hasta llegar a la que era la meta. Pasar un hula hop por una fila humana y conseguir llevar una pelota de tenis de un punto a otro, usando unas tuberías de pvc cortadas por la mitad, pondrían a prueba la habilidad y coordinación de los equipos.

Continuamos la jornada jugando a un original tres en raya en el que había que esprintar para llegar al tablero, improvisado sobre el césped, antes que tu oponente y tener ventaja al poder colocar la ficha primero.  Puntería lanzando un frisbi y una prueba de preguntas y respuestas nos harían llegar empatados al final. Para decidir el ganador, nos tocó escalar una red hecha de cuerda gruesa en busca de unos anillos de colores. Un gran final para una mañana divertidísima.

Os recomiendo esta original actividad para pasar un buen rato con amigos en un entorno precioso. Además, podéis añadir un poco de salsa al tema haciendo alguna apuesta. En nuestro caso, ¡a ellos les tocó pagar las cervecitas de la noche!

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