jueves, 13 de abril de 2017

Descubre Bergen en 24 horas y disfruta de la puerta a los fiordos noruegos

Bergen desde Fløyen, Noruega

Bergen desde Fløyen, Noruega

Bergen es una ciudad de postal, con una escena portuaria inmortalizada ya millones de veces a cualquier hora del día, pero que vosotros no podréis resistiros a fotografiar. Tampoco os podréis resistir a descubrir si detrás de esa fachada hay algo más, si detrás de la ilusión hay sustancia, si detrás de la imagen hay algo que merezca la pena para pasar al menos 24 horas en Bergen.

Ser la puerta a los fiordos noruegos es a la vez una bendición y un lastre para Bergen.

Vista panorámica de Bryggen en Bergen, Noruega

Vista panorámica de Bryggen en Bergen, Noruega

Buscando la belleza natural de esas lenguas de agua dulce que circulan entre montañas de pronunciadas laderas, hay turistas que aterrizan de tarde y se van de mañana, haciendo una visita completamente prescindible.

No lleguéis desde Oslo en el último vuelo de la noche sino en el primero de la mañana, aunque os cueste madrugar tanto como a mí. Dadle vosotros al menos 24 horas a la ciudad y yo os daré motivos para aprovechar ese tiempo.

Fløibanen (el tren hacia el cielo*)

Para empezar, os recomiendo descubrir cómo es Bergen a vista de pájaro subiendo en el Fløibanen, un moderno tren cremallera que asciende lentamente por la ladera del Fløyen, una de las siete montañas que rodean a la ciudad.

Tren Fløibanen subiendo a Fløyen, Bergen, Noruega

Tren Fløibanen subiendo a Fløyen, Bergen, Noruega

¿Siete montañas? Roma no tiene el privilegio de ser la única urbe que ha nacido al amparo de Siete Colinas, aunque en Bergen es un poco más complicado contarlas.

De pie en el centro de la ciudad y mirando hacia arriba, las masas de roca y vegetación que la rodean pueden presentar “falsos picos” por una cuestión de perspectiva así que no sólo el número es cuestión de debate sino también cuales son concretamente,. Mejor no sacar el tema si estamos rodeados de locales.

Sean siete o nueve, tengan un nombre u otro, Fløyen ofrece unas vistas espectaculares de Bergen, sus puertos y la masa de agua oceánica que, enmarcada en no tan lejanas montañas e islas, se extiende ante nosotros.

Nota: Si te gustan los puntos de vista originales y desde las alturas, en Bergen existe también un teleférico que te lleva a la más alta de las 7 montañas, a 643 m sobre el nivel del mar. Más información sobre el teleférico Ulriken en Bergen en la página web de Visit Norway.

El billete sencillo cuesta sólo 35 coronas, pero podéis probar a subir a pie, por una señalizada y frecuentada ruta durante unos 40 minutos y añadir una actividad adicional a esta visita.

*Fløibanen no significa eso, pero quedaba más bonito llamarlo, que no traducirlo, así

Fisketorget (Mercado de Pescado)

Puede haber sido el paseo hasta el Fløibanen si lo hicisteis a pie, o el sano aire de la montaña si vuestras preferencias se inclinaron por ir y volver en tranvía, pero el caso es que os ha entrado el hambre, ¿dónde saciarlo?

La respuesta más obvia, más visible y más turística es el Fisketorget, el Mercado de Pescado.

Cocinando en el Fisketorget, el Mercado de Pescado en Bergen, Noruega

Cocinando en el Fisketorget, el Mercado de Pescado en Bergen, Noruega

Rodeado de ríos, lagos y un océano, a Bergen llegan pescados y mariscos de agua dulce y agua salada que se pueden degustar en el Fisketorget, un conjunto de puestos de venta, a cubierto de la lluvia, al fondo del muelle pesquero y a sólo unos metros de la llamativa y enorme Oficina de Turismo de Bergen (con WiFi gratuito).

De salmón a mejillones, de ballena a caviar o las típicas ensaladas de gambas, es posible comprar el mismo tipo de pescado que un local.

Fisketorget, Mercado de Pescado, Bergen, Noruega

Fisketorget, Mercado de Pescado, Bergen, Noruega

Aunque, si no lo hacéis para comer allí, el precio será superior al que podéis encontrar en un supermercado (es, nunca mejor dicho, la pescadilla que se muerde la cola, de los precios en alza cuando aumentan las visitas).

Alternativa para comer o cenar

Comida local, de temporada y de alta calidad es la filosofía detrás de Bare Vestland [Vågsalmenningen, 1]. A eso le añades una ubicación céntrica, cervezas locales y caseras y un ambiente donde la madera abunda y tienes un refugio para que descansen los pies y trabaje el estómago, por ejemplo con este puré de patatas con bacon, más recomendado con frío que con calor.

Puré con Bacon, Bare Vestland, Bergen, Noruega

Puré con Bacon, Bare Vestland, Bergen, Noruega

Si os sentís más carnívoros, hay varios puestos en los que también podéis encontrar variados tipos de embutido procedente de la caza, abundante en las inmediaciones.

Bryggen

Cuando los buques mercantes de la Liga Hanseática expandían sus rutas comerciales por el Norte de Europa, en Bergen se estableció una de sus bases en torno al año 1350, antes de que la ciudad hubiera cumplido su tercer centenario.

Durante casi cuatrocientos años, el pequeño muelle vio aumentar el número de mercancías que pasaban por él: cereales procedentes de latitudes más calurosas y pescado deshidratado llegaban y se iban casi a diario. En la ciudad permanecía, y la hacía crecer, la riqueza que este comercio generaba.

Rincón en Bryggen, Bergen, Noruega

Rincón en Bryggen, Bergen, Noruega

Bryggen (el puerto) fue viendo como los propietarios de los edificios de la zona iban siendo, poco a poco, mayoritariamente comerciantes alemanes. Las viejas construcciones de madera se convirtieron en almacenes, viviendas y oficinas, distribuidas en su interior de manera que se aprovechaba al máximo el espacio de cada edificio.

Pero la madera, que tiene muchas virtudes como elemento de construcción, tiene un gran defecto: su alto riesgo de inflamarse. En 1702 un fuego devoró con ansia la mayor parte de los inmuebles. Los pocos que sobrevivieron tuvieron que enfrentarse doscientos cincuenta años después a un nuevo incendio.

En 1979 la UNESCO declaró a Bryggen “Patrimonio de la Humanidad” y se redobló la protección a esta zona donde las calles no son de tierra o asfalto, sino madera.

Suelo de madera en Bryggen, Bergen, Noruega

Suelo de madera en Bryggen, Bergen, Noruega

Bryggen es a Bergen como la Torre Eiffel a París o el Coliseo a Roma. Es imprescindible visitar la ciudad y darse un paseo por Bryggen, admirando esos locales donde hoy se venden souvenirs, café o ropa y que hace unos siglos eran el centro neurálgico de uno de los puertos más importantes del norte de Europa.

Det Hanseatiske Museum (Museo Hanseático)

Para hacerse una idea en 4D de lo que era Bryggen hace unos siglos, cuando las cifras en negro surcaban las hojas de los libros de contabilidad alemanes, tienes que visitar el Museo Hanseático.

Digo en 4D porque el edificio principal del Museo Hanseático es Finnegården, un inmueble construido tras el incendio de 1702, y que contiene todas las dependencias de las que os hablaba antes con el añadido de que se palpa, esa cuarta dimensión, la del tiempo.

Edificios de la Liga Hanseática en Bryggen, Bergen, Noruega

Edificios de la Liga Hanseática en Bryggen, Bergen, Noruega

Desde la primera sala que visitemos, donde el bacalao seco es el oro deshidratado que trajo riqueza a Bergen, hasta la última sala, podemos respirar el ambiente, congelado en el tiempo, de dos oficinas de mercaderes.

Se pueden visitar los cuartos donde dormían los aprendices, en lo que hoy le parecería claustrofóbico a un japonés habituado a un hotel cápsula, los dormitorios principales y de invitados, las áreas de trabajo administrativo y contable.

En el Museo Hanseático los suelos no están nivelados, hay que tener cuidado con la cabeza al acceder a algunas estancias y los crujidos de las estrechas escaleras añaden un toque de antigüedad real a algo que ya es de por sí antiguo.

Dónde alojarse en Bergen

Para los turistas que llegan a hacer visitas menos relámpago que otros y pasan aquí al menos una noche, hay una buena oferta de alojamiento en Bergen. En mi caso, la noche la hice en el muy céntrico Thon Hotel Orion (Bergen Brygge), un cómodo establecimiento de la cadena Thon, que tiene más de 70 hoteles en Noruega, Suecia, Bruselas y Rotterdam.

Gamle Bergen (Bergen Antiguo)

Como todas las ciudades, Bergen ha ido evolucionando con el tiempo pero contrariamente a lo que puede pasar con frecuencia en otras latitudes (donde o se derriban o quedan aisladas en su entorno), aquí lo que se ha hecho con muchas de las casas antiguas es moverlas de su emplazamiento original a una zona donde se han agrupado.

Callejuelas cerca de Bryggen, Bergen, Noruega

Callejuelas cerca de Bryggen, Bergen, Noruega

Esta zona se conoce como Gamle Bergen (el Viejo Bergen) y en ella se pueden encontrar 55 edificios de los siglos XVII, XVIII y XIX.

En el interior de esas casas del Museo Gamle Bergen se han adecuado los espacios para representar oficios y profesiones de la época, como una panadería, el taller de un relojero o la consulta de un dentista.

Si quieres un pequeño adelanto de lo que te vas encontrar en Gamle Bergen antes de subirte al autobús urbano dirección Sandviken, puedes hacerlo en Bryggen.

En su parte de atrás que es la opuesta al puerto, donde terminan las casas de época, desde la calle Kroken sube hacia Nye Sandviksveien, cruza la calle y pasea por esas callejuelas.

¿Te ha quedado algún hueco en el día? Entonces te puedo sugerir que visites alguno de los cuatro museos de arte KODE (opcional: cenar en el restaurante), que uses el transporte gratuito entre el Museo Hanseático, Schøtstuene y el Museo Noruego de la Pesca o que te acerques paseando hasta la Fortaleza.

Con estas alternativas y opciones ¿realmente vas a salir corriendo de Bergen hacia los fiordos sin darle una oportunidad a la ciudad?

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