Es muy cierto el dicho viajero que afirma que acabas conociendo mejor lugares realmente lejanos, que aquellos que tienes a pocos kilómetros de distancia. En mi caso, es una verdad como un templo.
Eso es lo que me ha ocurrido con Murcia. Poco más de 80 kilómetros separa la capital pimentonera de mi ciudad natal, Alicante. Además, para hacer el pecado algo más grande, mi padre nació en la localidad murciana de El Palmar (que hoy en día forma ya parte del área urbana de Murcia) y mi hermana, por motivos profesionales, se mudó a la ciudad hace ya 13 años.
A pesar de todo ello, salvo por algunas visitas navideñas en las que había visto un par de cosas, apenas conocía Murcia.
Recorrer Murcia con una guía profesional, como la gran Mayka, me ha dado una completa visión de la ciudad.
Murcia es una urbe cálida, pero no en el sentido climatológico – que también – sino en el etéreo. Sus gentes son abiertas y amables; su gastronomía variada y sabrosa; sus fiestas y celebraciones son intensas; y un bello centro histórico, por el que da gusto perderse, remata la faena con honor.
Después de tantos años, por fin le puedo rendir tributo a la ciudad con esta breve guía de qué ver y qué hacer en Murcia.
¿Cómo llegar a Murcia?
Si viajas desde Madrid, la mejor forma es hacerlo en tren. La línea suele estar servida por Altarias que tardan unas cuatro horas.
Como es mi medio de transporte favorito (y también porque no tengo coche) yo también tomé el Cercanías para llegar desde Alicante. El trayecto lleva algo menos de hora y media y cuesta 5,75 (por trayecto).
Desde el sur, las comunicaciones con transporte público son bastante malas y es mejor conducir. Se puede tomar un ALSA, pero suelen tardar bastante a casi cualquier sitio más al sur de Granada.
Murcia tiene un aeropuerto, el de Murcia-San Javier, que fue adecuado para el uso civil (era solo militar) en 1995. Se encuentra a unos 50 km y es un buen lugar para llegar a la ciudad si vienes del Reino Unido. Si no, volar a Alicante tampoco es mala opción.
Qué ver y qué hacer en Murcia
La mayor parte de los atractivos monumentales de Murcia se encuentran en el centro de la ciudad, lo que la hace perfecta para conocerla a pie:
Admirar la Catedral
Lateral de la Catedral de Murcia
La Catedral de Murcia es, sin duda alguna, el icono que ver en Murcia. La joya del centro histórico murciano fue consagrada en 1465 y sufrió algunas reformas y añadidos durante los siguientes siglos, mostrando características y tendencias del gótico (estilo original), barroco, renacimiento y neoclásico.
Tras admirar sus distintas fachadas exteriores – entre las que destaca la de su puerta principal, en la vibrante y magnífica Plaza del Plaza del Cardenal Belluga (llamada, comúnmente, Plaza de la Catedral) – exploramos su magnífico interior con Mayka.
La Catedral de Murcia, como solía ocurrir durante la época de la Reconquista, está construida sobre una antigua mezquita musulmana. La parte más antigua de la catedral actual es su claustro, del siglo XIV.
La fachada de la Catedral desde la plaza
Paseando por los pasillos laterales, admiramos varias capillas dedicadas a familias poderosas de distintas épocas, destacando la de los Vélez, de estilo gótico flamígero, y la de Junterón, renacentista.
Otra de las cosas que llamarón mi atención fue el imponente órgano que se encuentra sobre la bonita sillería de madera del coro. El órgano es uno de los más grandes y bellos del mundo y, junto con la sillería, se construyó nuevo tras el gran incendio de 1854.
Fue una pena no poder subir a la magnífica Torre-Campanario de la Catedral. Con sus 93 metros (98 incluyendo la veleta) es la segunda más alta de España, sólo por detrás de la Giralda sevillana. Construida entre 1521 y 1793 tiene nada menos que 20 campanas y es el símbolo que se puede ver desde casi cualquier punto de la ciudad. Un auténtico emblema de Murcia.
Tarifas:
Visita al museo:
– Normal: 3 euros.
Visitas guiadas (al museo, la catedral y la torre):
– Normal: 5 euros.
– Reducida: 4 euros (para pensionistas, discapacitados, desempleados o estudiantes menores de 25 años).Visitas guiadas de octubre a junio
– Museo: solicitar.
– Catedral: 11.00 y 17.00 horas (domingos y festivos 11.00 horas).
– Torre: 10.00, 12.00, 16.00 y 18.00 horas (domingos y festivos 10.00 y 12.00 horas).Visitas guiadas de julio a septiembre:
– Museo: solicitar.
– Catedral: 11.00 horas (de martes a domingo y festivos).
– Torre: 10.00 y 12.00 horas (de martes a domingo y festivos).Visitas nocturnas a la torre de la catedral: 6 euros (los martes y jueves de julio, agosto y septiembre, a las 22.00 horas).
Visitar el Casino
Casino Murcia
Tras la Catedral, el Real Casino de Murcia (más conocido, simplemente, como el Casino de Murcia) es el segundo edificio más emblemático que ver en Murcia.
Construido en estilo ecléctico, te puedes encontrar arcos de estilo arabesco mezclados con salones de baile que parecen traídos de la Francia neoclásica y bibliotecas de porte sobrio.
Creado como lugar de reunión por la burguesía adinerada de la ciudad, ocupa su ubicación actual (la casa del Conde de Campo Hermoso) desde 1853 y ha sufrido diversas remodelaciones desde entonces.
Biblioteca del casino
La biblioteca fue la sala que más me gustó, seguido del Tocador de las Señoras, cuyo techo está decorado por un bello fresco que servía, a través de un orificio, de lugar de espionaje para los caballeros que querían enterarse de qué hablaban sus señoras – o no necesariamente las suyas – en la intimidad.
HORARIO
De lunes a domingo de 10:30 h. a 17:00 h.TARIFANormal: 5 € (incluye una audioguía con una detallada explicación de todas las estancias del edificio).
Reducida: 3 € (para estudiantes, jubilados y parados. También incluye audioguía).
Grupos concertados (a partir de 10 personas): 3 €.
Bono familiar (3 pax. mínimo): 3 €.GUÍAS
Se pueden hacer visitas guiadas, pero hay que reservar con antelación
Ver una obra en el Teatro Romea
Teatro Romea de Murcia
Disfrutar de la vida cultural es otra de las cosas que hacer en Murcia. Llamado así en honor al actor Jaime Romea, el Teatro Romea lleva más de 150 años siendo la sede más importante de espectáculos en Murcia.
Su fachada es neoclásica y se encuentra coronada por los bustos de los músicos Beethoven, Mozart y Listz.
Hoy en día, es uno de los teatros españoles (aparte de los de Madrid y Barcelona) que mayor número de representaciones de todo tipo acoge. Los murcianos pueden presumir de ello.
Historia en el Convento de Santa Clara la Real
Convento de Santa Clara La Real
Este conjunto monástico de la orden de las Clarisas se encuentra en pleno casco histórico de la ciudad.
Para encontrar su origen, hay que retroceder al siglo XIV, cuando fue levantado sobre el bello alcázar musulmán del siglo XIII.
Entre sus muros, aún habitan 6 monjas clarisas de clausura, pero pudimos pasar un segundo a ver los bellos jardines. Restos de un palacio árabe, claustro y coro góticos y una iglesia barroca componen un mosaico histórico y religioso imbatible en Murcia.
Además, también puedes visitar el Museo de Santa Clara, que muestra exhibiciones de arte y arqueología andalusí y una sección de arte sacro.
Si te gusta la Historia, visitar el Convento de Santa Clara la Real se debe encontrar en los puestos de honor de tu listado de cosas que hacer en Murcia.
Tomarte una marinera y una caña en la Plaza de las Flores
Plaza de las Flores, Murcia
La Plaza de las Flores es el lugar en el que tienes que estar una tarde de sábado.
En una de mis visitas a Murcia de hace muchos años, recuerdo quedar impresionado cuando vi el ambiente que había en ella. Las terrazas estaban a rebosar y las cañas corrían entre las mesas mientras un tumulto de voces me hacía pensar que era imposible que esa gente pudiera mantener conversaciones inteligibles con semejante fragor. Pero sí, lo hacían.
Las cervezas solían ir acompañadas por una tapa típica de Murcia: “la marinera“. Su elaboración es simple: una rosquilla de pan alargada, sobre la que se pone un buen pegote de ensaladilla rusa y se corona todo con una sabrosa anchoa. Y ya está. Pues bien, tanto “la marinera” como su hermano, “el matrimonio” (lo mismo, pero añadiendo un boquerón a la anchoa), están de muerte y son las tapas que más triunfan en Murcia.
Plaza de las Flores en Semana Santa. Procesión y tapas
El follón en la Plaza de las Flores no se disolvía tras la hora de comer. Lo reconozco: fue en Murcia donde descubrí “el Tardeo“.
En Alicante, los sábados, después de comer no veías un alma por la calle. La gente se tomaba una copa tranquila de sobremesa o se echaba una siesta antes de entregarse a la noche. En Murcia, no.
Después de comer, los bares de la Plaza de las Flores seguían llenos y las conversaciones iban in crescendo en volumen y alegría. Las cervezas habían sido sustituidas por copas. Realmente, había comenzado la fiesta del sábado.
Además, es el lugar social donde dejarte ver. Los murcianos y murcianas son realmente atractivos, así que ponte tus mejores galas y a disfrutar.
Fachada de la Casa Consistorial (Ayuntamiento)
Fachada del Ayuntamiento de Murcia
El Ayuntamiento de Murcia (también conocido como Casa Consistorial) es un bonito edificio del siglo XIX. Delante de su fachada, de estilo neoclásico, nos encontramos con nuestra guía.
Es un buen punto para comenzar el tour por el casco viejo de Murcia.
Cruzar el Segura por el Puente Viejo y Puente nuevo
Puente Viejo
Tras reunirnos en el Ayuntamiento, cruzamos al otro lado del Segura usando el Puente Viejo.
Este puente de piedra sustituyó a uno de madera que fue arrastrado en una de las crecidas del río Segura en el siglo XVIII. Mayka nos contó como antes de que se construyera el puente actual de piedra, se puso una plancha de metal elevada sobre unos pivotes. La estructura temporal no daba mucha confianza a los ciudadanos que tenían que cruzar del centro al Barrio del Carmen (o viceversa) y la gente se santiguaba cuando iba a pasar sobre ella. Por eso hay una virgen en el lado del Barrio del Carmen. En una época en la que casi nadie sabía nadar, se entiende este miedo.
Nosotros nos arriesgamos y cruzamos sin santiguarnos. Somos unos temerarios.
Pasarela Manterola Murcia
Para regresar a la zona centro, tan sólo tuvimos que caminar unos metros y cruzar la pasarela del Malecón o de Manterola (en honor al ingeniero que lo diseño, el navarro Javier Manterola), que fue construida en 1997. Tiene un bonito diseño, parecido a la vela de un barco y sostenida por un mástil enclavado en una isla artificial en la que juegan patos y ocas.
Desde aquí tuvimos unas bonitas vistas del Puente Viejo y el centro histórico, con la Torre-Campanario de la Catedral de Murcia despuntando contra el cielo azul.
Quizás esa es la postal que atrae a las parejas de enamorados a tomar una barquita y remar en esta zona del Segura, a escasos metros de la pasarela. Vimos varios zagales conquistando a sus zagalas.
Comprar productos de la huerta en el Mercado de las Verónicas
Mercado de las Verónicas
Una de las principales riquezas de Murcia es su huerta.
Es complicado encontrar otra zona de España cuya tierra dé a luz tal cantidad de productos de altísima calidad. Muchos de ellos se venden en el Mercado de las Verónicas, situado a unos pasos de la pasarela del Malecón.
Yo, que vivo en Alicante, estoy más acostumbrado a esa mezcla de colores y olores naturales de los mercados municipales que exhiben productos frescos y exquisitos. La huerta alicantina, sobre todo la que linda con la región murciana, es también de primera calidad. Sin embargo, mis compañeros de Madrid lo disfrutaron aún más.
Probamos habas tiernas, aceitunas, nísperos… Los pimientos murcianos lucían lustrosos, junto a todo tipo de frutas y verduras. A pesar de ser festivo (era Jueves Santo), la gente realizaba sus compras para un fin de semana cargado de celebraciones.
Hacer deporte o pasear por la ribera del Río Segura
Hace aproximadamente una década, Murcia vivía de espaldas al Segura. Su estado de contaminación y putrefacción era tal, que nadie quería saber nada de él.
Aquellos tiempos quedaron atrás. Hoy en día, las aguas del Segura corren limpias y eso se ha notado en su entorno.
Aprovechando un clima primaveral que casi parecía veraniego, muchos deportistas corrían, remaban, caminaban o pedaleaban en el pequeño sendero de tierra que rodea al cauce. Siguiéndolo, puedes internarte en el campo murciano.
Irte de compras
Otra de las cosas que hacer en Murcia, es irte de compras.
En el centro histórico hay muchas pequeñas tiendas estilosas (zapaterías, joyerías, regalos, etc.) en las calles Trapería, Platería y Jabonerías.
Otros lugares comerciales son la Gran Vía y los centros comerciales de Nueva Condomina, Thader y El Tiro. Y si quieres decorar tu casa con muebles suecos, baratos, estilosos y algo complicados de montar, ¡también hay un Ikea!
No pienso utilizar esa frase tan manida que hizo popular el programa de Televisión Española, “Murcia, ¡Qué hermosa eres!”, pero lo cierto es que me fui muy feliz y satisfecho de mi completa visita a Murcia. Por fin profundicé en una ciudad que tiene mucho que disfrutar.
La entrada Las mejores cosas que ver y hacer en Murcia aparece primero en Viajablog.
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