En el norte de Inglaterra, el Lake District (o “Región de los Lagos”, en castellano) ofrece decenas de distintas tonalidades de verde que se entremezclan con el gris de la piedra y los muros, el azul del agua de los lagos y el blanco de los millones de ovejas que llevan una vida apacible en tal lugar de cuento.
Y precisamente cuentos infantiles fue lo que escribió la autora británica Beatrix Potter inspirándose en estos paisajes. Al recorrerlo en coche hace unas semanas, entendí por qué este lugar atrapó tanto su imaginación como su corazón.
El Lake District fue designado como parque nacional en 1951. Esta superficie de casi 2.400 kilómetros cuadrados fue, además, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2017.
Carreteras en las que detenerte en cada esquina
Una soleada mañana de sábado, partimos de la sorprendente ciudad de Liverpool hacia la Región de los Lagos. Tras casi una hora de conducción por carreteras sin especial atractivo, dejamos atrás las vías de dos carriles para tomar una red de carreteras comarcales que se adentraba en la bella Región de los Lagos.
La calzada era estrecha, casi asfixiada por los prados y granjas que se extendían a ambos lados de la misma. De vez en cuando, los árboles parecían rendir homenaje al asfalto gris, extendiendo sus ramas en el aire para casi entrelazarlas con las de sus hermanos situados en el margen opuesto de la carretera. El resultado era una especie de pasillo custodiado por caballeros de poderosas espadas marrones y verdes.
Conforme nos fuimos adentrando en la región, los lagos se unieron al festival de colores. Ante toda esa belleza paisajística me costaba horrores fijar la mirada en la carretera, y maldecía el no haber añadido a mi amigo José como conductor adicional en el contrato del coche de alquiler.
Y es que el Lake District está repleto de rincones en los que parar a tomar una foto. Puentes de piedra sobre vivarachos ríos, inmensos prados moteados por lanudas ovejas, lagos surcados por majestuosos veleros, pueblos medievales, bosques en los que aún se escuchan ancestrales cánticos de druidas… Una tierra mágica.
Beatrix Potter: Peter Rabbit nació en la Región de los Lagos
A finales del siglo XIX, una mujer soñadora, independiente y adelantada a su tiempo, pasaba todo el tiempo que podía en la casa que sus padres tenían en Sawrey (Cumbria), una pequeña aldea situada en la parte sur del Lake District.
En su cuarto, junto al agradable fuego de la chimenea, Beatrix Potter plasmaba en papel las historias que su vívida y fascinante imaginación creaba, espoleada por el exuberante entorno natural en el que vivía. Amante de los animales, convirtió a aquellos que tenía en la casa en los protagonistas de sus cuentos infantiles. Fue así como nació Peter Rabbit, el personaje más famoso de Potter y que fue llevado a la gran pantalla el año pasado.
En poco tiempo, Beatrix se convirtió en una escritora de éxito y, con los beneficios de sus ventas, quiso contribuir a la preservación de su amada tierra. Fue así como comenzó su lucha para asegurar el futuro de las amenazadas ovejas Herdwick, consiguiendo que no desaparecieran y recuperando la población de esta ovino autóctono, y símbolo, de la Región de los Lagos.
La señorita Potter acabaría comprando más de una decena de granjas, numerosas hectáreas de tierra e incluso un pequeño lago. Su acto final de generosidad fue dejar todo esto al National Trust inglés (fundación que se dedica a la preservación del patrimonio histórico y paisajístico del Reino Unido).
Para adentrarnos en la maravillosa mente de la escritora, visitamos la casa familiar en Hill Top (Sawrey), levantada en piedra en el siglo XVII. Las habitaciones estaban decoradas tal y como las vivió Miss Potter, pudiendo admirar, incluso, algunos de sus apuntes garabateados en antiguos papeles.
En la zona se pueden visitar otras atracciones relacionadas con la autora, como El Mundo de Beatrix Potter, en Bowness-on-Windermere, y la Galería Beatrix Potter, en Hawkshead.
Windermere, el lago más grande de Inglaterra
Tras visitar la casa de Beatrix Potter, viví una nueva experiencia en mi vida: viajar en un barco de vapor cuyo motor lleva más de 120 años en funcionamiento.
Fue así como surcamos las aguas del lago Windermere, el más grande de Inglaterra. La pequeña embarcación tenía capacidad para unas 10 personas y su capitán nos explicó que deben hacerle un mantenimiento casi semanal. Estoy seguro de que también tratan con mimo a los muchos veleros que navegaban por el lago esa agradable tarde de septiembre. Además, era sábado y no eran pocas las familias y parejas que habían optado por este buen plan de fin de semana.
A bordo de tal reliquia pudimos admirar un bello islote cubierto de vegetación en el medio del lago y el muelle – y algunas casas – del animado pueblo de Bowness-on-Windermere. Más tarde, cenaríamos y tomaríamos unas copas en él, demostrándonos que no nos habíamos equivocado al elegir el lugar donde pasar nuestra noche de sábado. Pero antes, aún visitaríamos el completo Museo del Embarcadero de Windermere, donde aprendimos todo lo que quisimos sobre la evolución de las embarcaciones que han viajado por el lago. Me encantaron las lanchas de carreras, ya que desconocía que en la Región de los Lagos se batieron varios récords del mundo de velocidad.
Tour de la Región de los Lagos
Si no tienes demasiado tiempo para explorar a fondo la Región de los Lagos (necesitarías al menos una semana para hacerlo) te recomiendo la opción que elegimos nosotros.
La compañía Mountain Goat Tours tiene varios recorridos de distinta duración por la zona, y nosotros optamos por el de medio día.
En tan solo medio día de viaje, el bueno de Dan nos condujo en su minibús por las zonas más bellas de la parte sur del Lake District. Vimos montañas que me recordaron a las Highlands escocesas, cubiertas de esos típicos arbustos bajos, de colores pardos y verdes, y con pequeñas cascadas de agua que se filtran entre las rocas.
Las omnipresentes ovejas pacían tranquilas en casi cada parche verde de la Región de los Lagos, pero también en laderas que parecían del todo inaccesibles, entre muros – hay 13.000 kilómetros de muros de piedra en la Región de los Lagos – que proceden de la época de la ocupación normanda. Y es que fueron los vikingos los primeros pobladores del Lake District, llegando a la zona a mediados del siglo IX.
Y, cómo no, lagos. No nos fue posible ver los 16 que componen el parque nacional, pero sí que disfrutamos de las aguas de los lagos Windermere, Keswick y Ullswater.
En el apartado histórico, imposible pasar por alto la parada que hicimos en Castlerigg, un anillo de piedras prehistóricas que fue levantado unos 1.000 años antes que el famoso Stonehenge. La Unesco declaró a Castlerigg Patrimonio de la Humanidad.
Y por último, paseamos por las tranquilas calles medievales de los encantadores pueblos de Ambleside y Grasmere. En este último, nos sorprendió la cola que existía a las puertas de una pequeña tienda. Allí, en la tienda de Sarah Flowers, se vende, desde 1858, el que, dicen, es el mejor pan de jengibre del mundo. La receta, por supuesto, es secreta… Habrá que preguntársela a Peter Rabbit cuando me lo encuentre en el bosque.
La entrada Viaje a la Región de los Lagos del norte de Inglaterra se publicó primero en Viajablog.
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