Cuando recibía visitas durante mi periplo viviendo en Irlanda, no me quedaba otra que guardarme unos cuantos días de vacaciones y hacer de guía a mis amigos o familiares. Prácticamente usaba la mitad de mis vacaciones para descubrir el país y casi siempre repetía destinos. Pero no me importaba. Irlanda ofrece uno de los escenarios naturales mejor conservados del continente, unos pueblos capaces de hacerte retroceder unas cuantas décadas en el tiempo y mi ejercicio de empatía con mis acompañantes conseguía que viera el escenario como si fuera de nuevo mi primera vez.
Sin lugar a dudas, la costa oeste era el destino más solicitado entre mis amigos y familiares a la hora de viajar por Irlanda. Y no andaban equivocados. Aparte de disfrutar de la visita en Dublín y de su animada noche, siempre nos subíamos a un coche alquilado para cruzar la isla y recorrer alguno de los mejores rincones de la salvaje costa Atlántica de Irlanda. Obviamente, para evitar los viajes demasiado repetitivos siempre acostumbraba a darle una pincelada especial variando el destino a lo largo de la costa.
A continuación os detallo varias rutas por la costa oeste de Irlanda con una duración de 3 o 4 días cada una partiendo desde Dublín. Si disponéis de más días podéis unir varias de ellas para conocer más rincones de la magia ancestral del País Esmeralda. Si por el contrario, no dispones de mucho tiempo para planear el viaje de forma independiente siempre te puedes apuntar a algunas de las estupendas ofertas y rutas que Logitravel en Irlanda.
Kerry y las tres penínsulas del suroeste de Irlanda: Mizen, Killarney y Dingle
En esta primera ruta por el oeste de Irlanda nos acercamos al sur de la isla para descubrir tres penínsulas que os dejarán con la boca bien abierta.
Partimos de Dublín con dirección al suroeste del país. Según el tiempo que dispongamos tenemos varias paradas obligadas por el camino, como los castillos de Kilkenny o Cashel, así como una ciudad animada y llena de historia como Cork.
Nos acercamos a las penínsulas más al sur de Irlanda. la primera de ellas, la península de Ivagha con Mizen Head o, Cabo de Mizen, como punto y aparte entre la tierra y el océano, es uno de los lugares ideales si quieres escapar de la ruta turística habitual y conocer esa mezcla asombrosa entre ruinas, naturaleza salvaje y pueblos pesqueros. Si te gusta la sensación de entrar en un pub y convertirte en el centro de atención, que te rodeen y te inviten a cervezas, este sitio es el tuyo que andas buscando.
Un poco más al norte y mucho más turística, se abre la península de Killarney. Famosa entre los ingleses apoderados desde tiempos de Oliver Cromwell. En este rincón irlandés no podéis perderos una visita al Castillo de Ross, la ruta circular en coche alrededor de Carrauntoohill, la montaña más alta de Irlanda, que lleva el nombre de Ring of Kerry (El anillo de Kerry) y pasear por los deliciosos lagos que rodean la ciudad de Killarney.
La siguiente península más al norte es la de Dingle. Más estrecha que sus compañeras y cuya apariencia en el mapa me animó a recorrerla en bicicleta. Fue toda una aventura pedalear desde Tralee hasta Dingle y volver por el paso de Conor con espectaculares vistas a ambos lados. La península de Dingle es algo menos turística que su hermana Killarney pero no por ello, menos espectacular.
Las ventas de Murphies entre los locales superan a la Guinness y en los pubs disfrutarás de un gran ambiente y excelente comida.
Cosas que no puedes perderte en Kerry
- Visitar el Castillo de Ross
- Pasear por los jardines alrededor de Killarney
- Disfrutar de una noche de música en directo en un pub en Killarney, Dingle o Tralee
- Recorrer en coche el Anillo de Kerry
- Encaramarse a Conor Pass y disfrutar de las espectaculares vistas
Clare y Galway: los acantilados de Moher, Burren y las islas de Aran
Uno de los reclamos más importantes de Irlanda son los espectaculares acantilados de Moher. En un artículo anterior ya dimos unos cuantos consejos prácticos para visitarlos y os aconsejamos su lectura. Aun así, los acantilados son una pequeña parte de las otras maravillas que podemos encontrar en este condado de Irlanda.
Partiendo de Dublín en coche para esta ruta lo ideal es acercarse en menos de un par de horas y media en Galway, la capital del oeste del país y disfrutar de un buen paseo descubriendo sus coloridas calles y buen ambiente.
De camino desde Galway a Doolin donde se encuentran los Cliffs of Moher, pasamos por The Burren, una extensión de tierra desolada, uno de los paisajes cársticos más grandes de Europa. Preparad la cámara para las grandes fotografías de fondos espectaculares.
Conviene llegar a Lisdoonvarna o Doolin al atardecer y hacer noche ahí. De esta manera calentamos motores en el pub durante la noche y nos preparamos para una mañana pletórica visitando los acantilados de Moher. Asimismo, tras la visita a los acantilados, donde hace poco más de una década no existía ni oficina de tickets ni vallas, conviene recorrer la carretera que une Doolin con Lahinch donde disfrutar de otras perspectivas y contemplar otros acantilados no tan pronunciados pero igualmente bellos.
Volvemos a Galway para embarcar en ferry con destino a las islas de Aran. Uno de los lugares más remotos de Europa. Estas tres islas frente al perfil del oeste de Irlanda son un excelente punto de referencia si buscas la tradicional Irlanda, con un fuerte peso de la lengua gaélica y de unos paisajes que poco han cambiado a lo largo del tiempo.
De las tres islas, os aconsejo visitar Inis Mór, la más grande de las islas. Al llegar verás que tienes dos opciones: alquilar una bicicleta y recorrer la isla con tus piernas o subirte a un bus con guía incuso que realiza el recorrido por ella explicando la historia y anécdotas de las islas.
Cosas que no puedes perderte en Clare y Galway
- Alucinar desde lo alto de los acantilados de Moher
- Perderse entre el paisaje lunar de Burren
- El festival de ostras de Galway si viajas en Septiembre
- Viajar al pasado dando un paseo en bicicleta por las islas de Aran
- Tomarse pintas hasta el cierre de los pubs en Doolin
Mayo y Sligo: Connemara y la isla de Achill
Las inclemencias del tiempo han aislado históricamente Connemara. La Gran Hambruna hizo descender la población de esta región hasta límites insospechado. Incluso hoy en día, siguiendo el perfil de la bahía de Killary se puede realizar un sendero llamado Famine’s Walk -El camino de la hambruna- donde recorremos un auténtico fiordo pasando por casas en ruinas que han permanecido así desde el día en que sus habitantes decidieron partir hace siglos para cruzar el charco y probar suerte en Estados Unidos. El reloj parado a mediados del siglo XIX.
Por Connemara los lagos se suceden continuamente, en las montañas apenas sobreviven los árboles y un manto verde y marrón perfila las suaves pendientes de las colinas, si fuéramos gigantes nos parecería encontrarnos frente a una pequeña maqueta de trenes.
Lugares que no nos podemos perder en esta ruta por Connemara: Maam Cross, Clifden, la boca de la bahía de Killary frente al pueblo de Leenaun o la espectacular puesta en escena de la abadía de Kylemore frente al lago.
Si el tiempo acompaña y os atrevéis con una ruta senderista, os recomiendo esta locura que hice hace bastantes años cruzando los Twelve Bens.
Más al norte de Connemara enlazamos con el condado de Sligo, tierra del poeta Yeats. El ficticio enclave de Innisfree toma presencia en el lago de Gill y los piratas parecen abordar la bahía de la isla de Achill. Un lugar que podemos acceder en coche y recorrer sus acantilados donde el césped besa las rocas y las olas del salvaje Atlántico.
Cosas que no puedes perderte en Mayo y Sligo
- Probar las estupendas seafood chowder (sopa de pescado)
- Caminar sobre el Puente del Hombre Tranquilo y sentirte todo un John Wayne en Oughterard
- Subirte a un ferry para navegar sobre las aguas de la bahía de Killary
- Contemplar la espectacular Abadía de Kylemore
- Recorrer los bellos escenarios de la Sky Road alrededor de Clifden
Donegal: los acantilados de Slieve League, Killibegs y la isla de Arranmore
Desde el sur hemos hecho recorrido hasta el norte de la isla y nos paramos en Donegal. Los acantilados más altos de Europa nos esperan. Con una caída de unos 600 metros de altura el ascenso hasta lo más alto de los acantilados requiere un pequeño esfuerzo pero, sin lugar a dudas, las vistas que obtenemos desde arriba nos recompensarán el esfuerzo.
En Donegal no solamente encontramos los acantilados de Slieve League. Poblaciones como Killybegs nos situarán en la verdadera Irlanda aunque en algún momento lleguemos a pensar que nos encontramos en alguna isla tropical gracias a los colores cristalinos de la preciosa playa de Fintra.
Y también está Arranmore. Como si se trata de un capítulo aparte. La isla de Arranmore apenas cuenta con una sola iglesia, un taxista, un doctor y una enfermera. Eso sí, también tiene el orgullo de contar con 6 pubs y una linea de ferry que la une con Irlanda. La electricidad de instaló a mediados de los cincuenta y el teléfono apenas llegó a finales de los ochenta. Si buscas un lugar auténtico, lejos de las hordas turísticas, sin duda, Arranmore es tu lugar.
Además de los lugares citados en el condado de Donegal, no te pierdas un recorrido circular en coche desde Killybegs, siguiendo por Ardara, recorriendo el Parque Nacional de Glenveagh y terminando en Letterkenny es una estupenda forma de recorrer el norte de la Irlanda republicana.
Cosas que no puedes perderte en Donegal
- Viajar en el tiempo en la remota isla de Arranmore
- Subirse al acantilado más alto de toda Europa en Slieve League
- Recorrer el Parque Nacional de Glenveagh
- Alucinar con las espectaculares playas como la de Fintra en Killybegs
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