Acompáñanos por este viaje visual y descubre la sublime belleza que esconde el Golfo de California a través de estas impactantes fotografías aéreas.
Nos rodea la oscuridad, ya vamos volando, pero es tan temprano que no podemos divisar los campos de lava negra que están sumergidos en la penumbra. Cerca de nosotros apenas vislumbramos la silueta de la formación volcánica de Las Tres Vírgenes.
Volamos hacia la costa para adentrarnos en el Golfo de California. ¿Nuestro objetivo? Un pequeño punto en la vastedad azul, que se conoce como Isla Tortuga.
Estas imágenes son parte de un proyecto realizado con la iniciativa Por el Planeta y la SEMARNAT (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales), parte de un registro fotográfico de las islas del Golfo de California para documentar su belleza y diversidad.
Isla Tortuga se nos presenta como un ojo de la Tierra que se asoma en medio del mar: su pupila, un gigantesco y redondo cráter que cuando arribamos es iluminado por los primeros rayos del sol.
Acompañado por el capitán Vico Gutiérrez, atravesamos por zonas extraordinariamente prístinas, donde el árido desierto contrasta con los azules del Mar de Cortés. Para ello hemos utilizado un ultraligero Quick GT 450 de P&M Aviation, ya que puede despegar y aterrizar sin problema en pistas de tamaño reducido y ofrece una visibilidad casi total del medio que nos rodea. Por otro lado, volar de noche nos permite encontrarnos con los primeros rayos de luz observando sierras espectaculares que terminan de manera abrupta frente al mar, como la majestuosa Sierra La Giganta, islas con infinidad de recovecos bañados por las aguas turquesa, como Isla Danzante o Isla Espíritu Santo. Pequeñas manchas en un gigantesco mundo azul.
Percibimos el vaivén de grandes grupos de delfines y móbulas: ¡cuán grandioso es nuestro mar patrimonial! Mientras tanto, la ausencia casi total de la huella humana en tierra firme, nos deja ver un mundo natural, una verdadera joya que necesita ser protegida así.
En Bahía de los Ángeles podemos sentir lo diminutos que somos. Los primeros rayos del amanecer rozan apenas las cumbres de las sierras. Vientos cruzados provenientes del Pacífico atraviesan la sierra entre dos montañas y descienden como una corriente de chorro al mar: en medio del vendabal somos azotados de un lado al otro. Es difícil concentrarme en la foto, pero la vista es increíble. El volcán de la Isla Coronado se ilumina parcialmente por el sol; en el mar la Isla Ángel de la Guarda domina el horizonte y frente a nosotros se extiende la Bahía de los Ángeles.
Nuestro aterrizaje con vientos caóticos no opaca el momento. La belleza es sublime: una geografía de contrastes, sumamente agreste e inefable a la vez, así es la península y el Golfo de California desde el aire.
Estudió Biología en la UNAM. Desde hace más de 25 años se dedica a la fotografía de naturaleza y a la conservación de los recursos naturales, principalmente de México. Es miembro de la Liga Internacional de Fotógrafos Conservacionistas (conservationphotographers.org) y miembro del equipo Mares Mexicanos (maresmexicanos. com). ¡Síguelo en Instagram! @claudio_contreras_koob
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