Productos locales aplicados con esmero a platos sencillos, recetas básicas para sobrevivir en un entorno hostil pero a las que hay quien le da un innovador giro. Con este pequeño diccionario de gastronomía y recetas de las Hurdes, complementado con la reseña de 6 restaurantes donde comer en Las Hurdes, espero ayudarte en la tarea de elegir dónde comer cuando necesites un descanso de disfrutar con sus magníficos paisajes.
El endémico aislamiento de Las Hurdes comenzó a desaparecer hace unos décadas y los turistas descubren sus paisajes y Naturaleza e incluso algunos adquieren aquí una segunda vivienda, construyendo o rehabilitando las tradicionales casas de pizarra.
Con estos residentes estacionales y con la curiosidad hacia el exterior de los habitantes, la gastronomía de subsistencia no desaparece en su esencia pero busca adaptarse a nuevos paladares sin perder de vista que su mayor tesoro es la calidad de la materia prima.
Productos típicos de Las Hurdes como el cabrito o la miel, acaban formando parte de platos típicos de Las Hurdes. Y para típico los nombres que se les han ido aplicando con el paso de los tiempos y que hacen necesario este pequeño, pero no exhaustivo, diccionario de los términos que aparecen en el menú, incluyendo enlaces para preparar las recetas tal y como aparecen en la página del sitio donde nacieron y más se consumen, en la Mancomunidad de Las Hurdes.
Diccionario básico de gastronomía de Las Hurdes
Ensalada de Limón
El aperitivo por excelencia, el plato que nunca falta en Las Hurdes al principio de una comida, no tiene tomate, cebolla, lechuga, escarola o ningún tipo de verdura. Base de cítricos con chorizo y huevo, a esto es a lo que llaman Ensalada de Limón en Las Hurdes.
Patatas Meneás
No nos hagamos ilusiones, todo lo bajo en calorías que supone que un plato tenga patatas cocidas desaparece cuando se le añaden trozos de cerdo fritos. Nos queda el consuelo de pensar que esta especie de puré de patatas tiene que ser un buen remedio para los días de frío. Aquí está la receta de las Patatas Meneás.
Rebujones
Si te gustan los callos y a tu paladar no le asusta la tripa, este rollo cocido y frito en el que la segunda está rellena de los primeros te hará la boca agua. Aquí tienes la receta de los Rebujones.
Moje de peces
Con no menos de siete ríos creando meandros, piscinas naturales y pozas en Las Hurdes, es normal que algún plato típico de Las Hurdes incorporara al pescado en la lista de productos locales. Esta es la receta del Moje de Peces
Matajambre (o Matahambres)
Basado en huevos y harina, es una especie de buñuelo que se puede comer tanto frío como caliente (aunque yo lo prefiero de esta última manera). Esta es la receta del Matajambre
Socochones
Castañas cocidas y servidas en leche, una deliciosa mezcla para paladares que no le hagan asco al dulce, esta es la receta de los socochones
Sin necesidad de formar parte del diccionario, pero con presencia en la cocina hay que mencionar también al jabalí, las migas o el cabrito, el mamífero de cría más popular en Las Hurdes y que podéis encontrar en caldereta, al polen, cuchifrito (una técnica que combina la cocción con la fritura a muy alta temperatura) etc. Por si la queréis hacer en casa, aquí tenéis la receta de Caldereta de Cabrito.
En Aceitunilla empiezan los 27 km de la lineal Senda de Buñuel, pero antes de emprenderla es recomendable hacer acopio de fuerzas en el peculiar bar del pueblo, la Taberna el Bailaero. Por peculiar quiero decir auténtico y por acopio de fuerzas quiero decir, por ejemplo, unos peces del río y un poco de charla con los parroquianos.
Irónicamente la Taberna el Bailaero está en Facebook, con perfil particular (amigo), aunque no tiene actividad desde Semana Santa
Dónde comer en Las Hurdes
No hay pueblo (o casi, porque algunos núcleos son realmente pequeños así que no pongo la mano en el fuego) en Las Hurdes en que no haya un bar o restaurante donde comer sus platos típicos.
Y, tan bueno como lo anterior, me he tropezado con un par de restaurantes donde ese producto local lo han desarrollado de manera innovadora y que son muy recomendables.
– Alquería Pinofranqueado
Comí con abundancia y sencillez en el Restaurante El Castúo en Pinofranqueado, parte del pequeño hotel rural del mismo nombre, que disfruta de unas buenas vistas al Río Los Ángeles y en verano estoy por apostar que se llena su terraza.
Apuesto también a que en el postre está el otro secreto de la casa: su tarta de queso es impresionante y os lo dice alguien que nunca perdona un postre.
En el mismo Pinofranqueado y unos metros más arriba, junto al comienzo del puente está el Hotel Puente y, como no podía ser menos, cuenta con un restaurante de comida típica hurdana por el que se pasó el mismísimo Ferrán Adría.
Además de a la carta, ofrecen comer el menú diario, con 14 opciones entre primeros y segundos platos, por sólo 10,50 Eur o un menú especial, más elaborado, por 16 Eur. Una recomendación: la Torta del Casar gratinada con Pimentón de la Vera.
– Alquería Vegas de Coria
Al pie de la carretera, una enorme casona de piedra alberga el Hotel Rural y Restaurante Los Ángeles en Vegas de Coria. Aunque tiene muy buena pinta, no puedo hablar de cómo son las habitaciones, pero me recomiendan la que tiene un jacuzzi para cuando me eche novia.
Uno de los ángeles a que hace referencia el nombre está en la cocina y el otro en el campo. Ángel, padre, estaba a punto de jubilarse cuando comí allí y Ángel, hijo, se dedica a las excursiones y visitas guiadas por Las Hurdes con la empresa Tras La Huella Hurdana.
Con una presentación esmerada de platos tradicionales, las chuletillas de cordero sabían como los ángeles (tenía que decirlo) pero lo que aún me sigue chocando – para bien – fue el postre: lo de la foto que parece una albóndiga no lo es para nada…
– Alquería Caminomorisco
Un veterano de la zona, el Mesón Hostal Restaurante El Abuelo en Caminomorisco tiene hoy a los mandos a un atento Carlos que, algo que agradablemente he constatado en más sitios, intenta aportar discretos toques personales a los platos típicos.
Esto se puede apreciar en la presentación de platos como las patatas meneás, en que producen sus propios aceites (incluyendo aceite a la trufa o al pimentón) y que también ofrecen a sus clientes cervezas de Extremadura de sabores tan curiosos como castaña o jamón.
Mi recomendación: el cabrito al polen que incluye un trozo de panal de rica miel.
– Alquería Casar de Palomero
Dicen que durante una visita a Las Hurdes de Unamuno, este se alojó en La Posada del Casar, en Casar de Palomero, aunque no me consta que comiera lo mismo que hoy puede comer quien se acerque hasta este tranquilo pueblo de la Mancomunidad.
Lo cierto es que el menú que se ofrece en su pequeño comedor, sube un punto más la barra que marca el ascenso desde la comida buena y bien preparada a la que aporta un valor añadido.
Ese valor lo podemos encontrar en algo tan sencillo como una tabla de quesos artesanos extremeños de cabra (15 Eur) o algo más sorprendente cuando llega a la mesa: “Fuego de Ternera”, un medallón de solomillo de retinto ahumado con hierbas aromáticas y foie.
– Alquería El Gasco
Voy a quitarme el metafórico sombrero de chef que no tengo ante alguien que tiene uno muy merecido: Jorge Aceituna Crespo. Hay que aplaudir a alguien que nace aquí, en El Gasco, se forma en Madrid, enciende los fogones en Argelia, domina la cocina en Andorra y se vuelve a su casa, a El Gasco, para transformar una cuadra en restaurante.
El coqueto Restaurante La Meancera en, probablemente, el valle más pequeño habitado de Europa, no parece estar perdido de la mano de Dios sino bien señalado por ella.
Cuenta con una calidad en los platos tan alta o más que los productos a los que miman, de temporada, locales y muy seleccionados. Que se lo pregunten al carnicero que, amablemente, tiene abierta la carnicería algún domingo para sacar la carne de la cámara y así estar al punto a la hora de cocinarla.
¿Qué puedo destacar de una comida en La Meancera?
Una muestra de su espíritu: las ensaladas se preparan frente al cliente y se intenta que los platos se terminen de hacer en la mesa.
Una sorpresa a la vista: chuletitas de cabrito lechal marinadas y rebozadas.
Una vuelta de tuerca: la ensalada de limón terminada al nitrógeno, aunque no parezca una ensalada de limón.
Lo obvio: es aconsejable reservar (datos de contacto en su página de Facebook), cierran los lunes y ofrecen un menú fin de semana (20 Eur), un menú corto (25 Eur) y un menú degustación (38 Eur).
La gastronomía de las Hurdes se resume en buen producto, recetas sencillas y platos contundentes. Pero es bienvenida la intención de aportar un valor añadido a lo que ha funcionado durante generaciones, cada uno en la medida de sus posibilidades y siguiendo un camino que no debe hacer olvidar de dónde se viene, también en la cocina.
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