Como un iceberg asentado sobre los viñedos del Loira, el Castillo de Brézé despliega su belleza exterior y esconde en sus profundidades todo un mundo subterráneo que os dejará con la boca bien abierta.
No en vano, se trata del castillo con el foso más profundo de toda Europa y a su alrededor de despliega una de las fortalezas subterráneas más grandes del continente.
Los inicios del castillo se remontan al siglo XI con la familia Dreux-Brézé al mando durante siglos. No obstante, el edificio que podemos ver hoy en día procede de la transformación que se produjo a partir del siglo XVI con un estilo principalmente renacentista que mantiene detalles medievales.
El Castillo de Brézé está clasificado como un monumento histórico y significa una escapada ideal desde Saumur (apenas a 15 minutos de distancia en coche) o desde Angers (a una hora aproximada).
Al entrar en el patio principal tenemos la opción de visitar una amplia ala del castillo con sus dependencias o dirigirnos hacia la zona subterránea y al foso.
Nosotros visitamos la parte superior brevemente pasando por toda una serie de habitaciones de época. Entre ellas, nos sorprendió especialmente la sala depacho del obispo donde tras un buen rato observando sus paredes lograréis ver una puerta secreta.
Con ganas de descubrir las profundidades del castilo optamos por recorrer las galerías superiores rápidamente y dedicar la visita a la parte más original del castillo.
Algunas precauciones a la hora de visitar el castillo:
Ciertas partes de los subterráneos pueden incomodar a personas propensas a la claustrofobia debido a la poca luz que les lega.
De todas maneras, se puede llegar directamente al foso sin la necesidad de pasar por las zonas más estrechas.
Un paseo subterráneo por las dependencias secretas del castillo
Para llegar a la zona subterránea del castillo debemos acceder por la gran galeria que encontraremos a mano izquierda del patio.
Esta gran galería era el eje de comunicación principal entre los fosos y el patio de honor del castillo. Fue excavada durante el siglo XV y su material de toba fue reutilizado para reconstruir la parte superior del edificio.
Los profundos fosos del Castillo de Brézé nunca han contenido agua y esto principalmente a que la porosidad de la toba hubiera exigido cantidades enormes de agua y no existía la posibilidad de desvíar el curso del río Dive hasta el castillo.
Aunque era un foso que carecía de agua, sí se convirtió en un auténtico sistema de defensa con multitud de caminos de ronda subterráneos ofreciendo una protección sin igual ante cualquier posible ataque exterior.
En el interior de las galerías subterráneas la temperatura oscila sobre los 12 grados durante todo el año. A través de bóvedas construidas en toba la luz es capaz de entrar en la gran mayoría de sus dependencias por lo que el uso de linterna no es necesario.
Unas escaleras daban acceso al castillo desde el interior de la galería y venía a ser una de las trampas mortales que aguardaban a los enemigos. La escalera poseía un sistema de cierre y de defensa que prohíba a los enemigos el acceso. Su estrechez solo permitía el paso de un solo hombre y prácticamente con un solo ariete podían defender la entrada.
Donde comer por los alrededores del Castillo de Brézé
Como complemento a esta zona del Loira nos desplazamos hasta Montsoreau donde además existe otro bonito castillo con vistas al río. No lo visitamos pero disfrutamos de una estupenda comida en el restaurante Le Montsorelli. Ofrece unas vistas espectaculares al castillo de Montsoreau y una suculenta carta especializada en carnes de gran calidad.
Por el interior de las galerías subterréaneas encontraremos caballerizas y varios pasillos que llegan a lugares curiosos como una atalaya con una visión privilegiada para la defensa con arco.
Una puerta de roble de 500 años de antiguedad todavía se conserva y separa el camino de ronda y la gran galería.
Una vez en el foso podemos rocorrer la circunferencia que rodea el castillo desde su punto más bajo. La profundidad de los fosos llega a los 18 metros y a su alrededor también se excavaron varias salas que hoy en día podemos visitar.
Basicamente son habitaciones destinadas al almacenamiento, una panadería, cocinas, bodegas con gran cantidad de toneles para conservar el vino e incluso un palomar que alberga unos 3,700 nidos para las palomas y un criadero de gusanos de seda.
Hoy en día, los subterráneos están explorados parcialmente y todavía quedan varias salas y misterios por descubrir. De hecho, durante las visitas se puede recorrer un total de un kilómetro aproximado y eso es solamente un tercio de la totalidad de las galerías.
Información práctica para visitar el Castillo de Brézé
Horarios:
Abierto todos los días de la semana con los siguientes horarios:
Febrero, Marzo, Octubre, Noviembre y Diciembre: de 10 a 18:00.
Abril, Mayo, Junio y Septiembre: de 10 a 18:30
Julio y Agosto: de 10 a 19:00
Precio de la entrada:
Visitas por libre:
Adultos: 11,50 euros
Estudiantes: 9,50 euros
Niños de 7 a 14 años: 6 euros
Niños menores de 7 años e incapacitados: Gratis
Familia de 2 adultos y 2 niños: 31 euros
Existe la posibilidad de contratar una visita guiada ya sea por las dependencias del castillo, por el complejo subterráno o ambas. El precio para hacer la modalidad entera con guía para un adulto es de 17,5 euros.
Cómo llegar:
Ubicación:
Château de Brézé, 2 rue du Château 49260 Brézé
La entrada Brézé: Misterio y profundidades en unos de los castillos más sorprendentes del Loira se publicó primero en Viajablog.
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