¿Trae mala suerte publicar un post sobre las supersticiones un viernes 13? Si estuviera en Estados Unidos, Reino Unido o cualquier otro país de cultura anglosajona, tal vez, pero aquí en España el viernes 13 es un día perfectamente normal para aquellos que crean en las supersticiones, aunque otra cosa distinta sería de marcar el calendario un martes 13. ¿Con qué otras curiosas diferencias culturales sobre la mala suerte se encuentra uno cuando viaja?
Si el destino os lleva a China, el país del Feng Shui, el número a evitar no es el 13 sino el 4 (cuidado si lo veis escrito en una dirección, no hagáis que nadie pronuncie 肆). Pronunciado en Mandarín, suena como la palabra “muerte” (死) y eso no es precisamente un buen augurio.
¿Os apetece comer algo? Los fideos son un símbolo de longevidad así que jamás se cortan por muy largos que sean, hay que comerlos enteros o estaréis acortando vuestra vida.
¿Que lo que os pide el cuerpo es arroz? También se comen con palillos pero ni se os ocurra dejarlos clavados en mitad del plato, ponedlos a un lado porque en China el arroz es una ofrenda que se deja a los fallecidos…con los palillos clavados en su mitad.
No sólo en China ocurre eso, como regla a recordar tened en cuenta que si estáis en un país en el que se quemen palitos de incienso en los templos – una ofrenda que se realiza clavándolos en montoncitos de arena – el clavar los palillos en el arroz trae mala suerte.
Japón tiene muchos lazos históricos y culturales con China, así que también comparten señales de mal augurio (como la de no pronunciar el número 4 y evitar que los palillos se dejen clavados en el arroz) pero, naturalmente, tiene sus propias supersticiones.
Nunca le des a alguien a probar de tu comida pasando un trozo de tus palillos a los suyos, ese gesto recuerda a una ceremonia en la que restos de huesos procedentes de una cremación son introducidos en una urna.
Y nada de usar tinta roja para escribir el nombre de una persona, es con ese color con el que se graban los nombres de los fallecidos en las lápidas.
La última vez que me tropecé con un amigo llevando a un bebé (Chus ejerciendo de enorme niñera para su hermano Fer) no pude evitar decir un “¡Qué preciosidad!”. Craso error de haber estado en uno de los países más visitados por los turistas desde hace décadas: Tailandia.
Allí da mala suerte decir cosas bonitas de un bebé o niño pequeño, porque es una invitación para que los espíritus malignos (ejem) se lo lleven.
Si quieres ser amable y hacer un regalo a familias o amigos, que no sean pañuelos (lo que, por cierto, en España era bastante típico) porque vuestra relación terminará en lagrimas.
Y si tienes que acudir a visitar a alguien al hospital (lo que de entrada ya es mala suerte), no se te ocurra vestir de negro. Prohibido. Bueno, no es ilegal pero el negro se asocia con el dolor y la tristeza, como en España.
En los países donde el budismo tiene una fuerte implantación, como es Tailandia y la mayoría de los que se encuentran en Asia, el señalar con los pies en dirección a una figura de Buda, un monje o casi cualquier cosa es tremendamente descortés. No es mala suerte pero no hace daño mostrar un poco de respeto por las costumbres locales ¿verdad?
Que tengáis un buen viernes. Y trece.
La entrada Viajando por el mundo de la mala suerte: curiosas supersticiones en otros países aparece primero en Viajablog.
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