A lo largo de la costa chiapaneca, existen magníficos centros ecoturísticos dotados con hermosas cabañas que ofrecen todos los servicios para "conocer a fondo la belleza de este territorio". ¡Disfrútalos por cinco días!
En los últimos años, el ecoturismo se ha convertido en una importante fuente de ingresos y forma de vida de algunas comunidades en la región de la costa del estado de Chiapas, en especial del grupo Madresal y de la Red de Ecoturismo La Encrucijada, integrado por los desarrollos ecoturísticos Costa Verde, ubicado en la comunidad de El Castaño, Barra de Zacapulco, Bahías del Mar, La Palma, Ballenato, San Carlos y la cooperativa de lancheros de Barra de Acapetahua.
En cinco días visitamos estos centros ecoturísticos y recorrimos parte de la salvaje costa chiapaneca, que comprende un amplio litoral de aproximadamente 270 km sobre el Océano Pacífico. Éste comienza en los límites del estado de Oaxaca, en la Laguna del Mar Muerto y finaliza en el río Suchiate, en la frontera con Guatemala. ¡Atrévete a seguir nuestro itinerario!
Día 1 - Puerto Arista - Boca del Cielo
Partimos de Tuxtla Gutiérrez con dirección a Puerto Arista, localizado a 19 km de Tonalá. Este es el destino de playa más importante de Chiapas; ahí visitamos su importante campamento tortuguero, que protege cuatro especies de tortugas marinas: carey, golfina, prieta y laúd. Las últimas tres anidan en las playas de Puerto Arista.
A 20 km se localiza Boca del Cielo, aquí abordamos una lancha y nos fuimos a ver aves en la barra de San Marcos; luego visitamos otro campamento tortuguero, en donde un grupo de voluntarios trabajan curando y dando albergue a tortugas enfermas y lastimadas. Después nos trasladamos al centro ecoturístico La Luna, en donde pasamos la noche. Cuenta con cómodas cabañas 100% ecológicas y ofrece a sus visitantes tours de observación de flora y fauna, así como renta de kayaks.
Centro Ecoturístico La Luna
Isla San Marcos, Boca del Cielo, Chiapas.
T. 01 (966) 106-4896
FB/lunachiapas
Este desarrollo se localiza a sólo 10 km de Boca del Cielo, en la simpática comunidad de Ponte Duro. A 1 km de ésta se encuentra un sencillo embarcadero, en donde nos estaba esperando nuestro guía Pragedis y sus compañeros, quienes muy amablemente nos recibieron y nos ayudaron a subir nuestro equipaje a la lancha para trasladarnos a la playa en donde hay unas cabañas con su restaurante. Mientras navegábamos por un estrecho canal entre los manglares, observamos unas crías de cocodrilo y platicando con Pragedis, le preguntamos sobre el significado de Madresal y el origen de este centro ecoturístico: contestó que le pusieron ese nombre porque es una especie de mangle que abunda en esta zona, la cual se caracteriza por filtrar el agua y exudar la sal a través de sus hojas.
Este centro abrió el 1 de enero de 1997, cincuenta y un pescadores formaron esta cooperativa y decidieron dedicarse al ecoturismo, tras el fracaso en la crianza de camarón. Construyeron la palapa del restaurante y toda la comunidad se unió para trabajar, pero lo más importante para ellos es enseñar a la gente la importancia de la conservación y protección de la naturaleza.
Después de instalarnos en las cómodas y bien acondicionadas cabañas, nos fuimos a recorrer la playa virgen y solitaria, zona de anidación de tortugas. Después nos deleitamos con los mariscos y pescados que preparan en el restaurante. Las especialidades son el pescado al Madresal, una receta local de filete de pescado bañado con salsa de apio y chile de árbol.
Por la tarde salimos a recorrer el manglar para observar cocodrilos y aves. Pragedis nos llevó a una zona de anidación de garzas, en donde pudimos observar a los polluelos en sus nidos, así como numerosas especies de aves entre las que destacan el águila pescadora, espátula rosada, halcón caracolero, garzas blancas y azules, cigüeñas, cormoranes y diversas especies de patos.
Centro Ecoturístico Madresal
Tonalá, Chiapas.
T. 01 (966) 666-6147
Elmadresal.com/
FB/ecoturismoelmadresal
Al día siguiente seguimos por la carretera federal núm. 200 con dirección al poblado de Mapastepec, para después tomar un camino de terracería de 23 km que pasa por las comunidades de Ibarra y Roberto Barrios para finalmente llegar a la comunidad de El Castaño, ubicado frente al estero San Nicolás, en el extremo occidental del sistema lagunar Chantuto-Panzacola, en el corazón de la Reserva de La Biosfera La Encrucijada, rodeado de los manglares más altos del Pacífico americano.
Los habitantes de esta comunidad son originarios de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán. En 1990, estas familias decidieron comprar terrenos de un rancho privado llamado El Castaño e iniciar el Proyecto Ecoturístico Costa Verde. Actualmente, este desarrollo cuenta con servicios de cabañas, restaurante y excursiones en kayak, botes de remo y lanchas equipadas con motores ecológicos para perturbar lo menos posible a los animales y aves que habitan en los esteros y manglares.
Después de instalarnos en las cabañas, los guías de Costa Verde subieron algunos kayaks a las lanchas e iniciamos nuestra exploración por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, que comprende parte de los municipios de Pijijiapan, Mapastepec, Acapetahua, Huixtla, Villa Comaltitlán y Mazatán; posee una superficie de 144,868 hectáreas y por su situación geográfica es un puente natural entre la zona neártica y la neotropical.
Este santuario natural protege diversos tipos de vegetación: tulares, popales, zapotonales, palmares, selva mediana subperennifolia, selva baja caducifolia y manglares, estos últimos forman un impresionante laberinto de túneles y canales que exploramos remando en kayak, acompañados por los guías de Costa Verde, quienes crearon diferentes rutas acuáticas, en donde pudimos observar cuatro diferentes especies de mangle. Es impresionante remar bajo ellos, pues algunos alcanzan hasta 30 m de altura. Después, en una lancha de motor recorrimos las lagunas y esteros El Aguaje y El Silencio, para observar aves y cocodrilos, y finalmente disfrutamos de un bello atardecer en la playa.
Costa Verde “El Castaño”
T. 01 (918) 1012-161
FB/El Castaño Chiapas
Al día siguiente continuamos nuestro viaje por la Reserva de la Biosfera La Encrucijada en lancha de motor hasta la Barra de Zacapulco. Dentro de la reserva hay numerosos sitios arqueológicos muy poco estudiados y explorados. Los primeros habitantes de esta zona costera de Chiapas fueron cazadores, pescadores y recolectores, y dejaron huella en los llamados conchales, en donde se ha registrado una antigüedad de alrededor de 3,500 años a.C. Estos materiales han sido clasificados por los arqueólogos dentro de la fase Chantuto, la cual representa la segunda ocupación más antigua para Chiapas y Mesoamérica.
Finalmente llegamos al centro ecoturístico establecido en una hermosa playa. Cuenta con seis cabañas rústicas con vista al mar, y es el lugar ideal para pasar unas vacaciones disfrutando del mar, descansando en las hamacas y probando la gastronomía local. Si te gusta cocinar, pregunta por el taller de cocina costeña, que incluye la pesca artesanal y la preparación de varias recetas locales, en especial la de camarones. También ofrece recorridos en cayuco por los manglares y la visita a su campamento tortuguero.
Por la tarde fuimos a conocer la empresa artesanal de mujeres Bahías del Mar, localizada en Isla de la Lupe; a unos 3 km del campamento tortuguero. En este pequeño poblado de pescadores, el tiempo parece haberse detenido, sólo se escucha el sonido del mar, las aves y los insectos. Un grupo de artesanas tallan ahí cocos o forman figuras ayudadas por conchas y caracoles. Por cierto, la hospitalidad también es un arte en esta comunidad, la gente con gusto enseñaa a los visitantes a hacer sus propios diseños, lo único que debes hacer es escoger un coco y tallar la figura que quieras, ya sea un armadillo, una tortuga, un perico, un cocodrilo o lo que se te ocurra, disfrutando así de la amabilidad de artesanas y pescadores.
Barra de Zacapulco
T. 01 (918) 100-7030
barra_zacapulco@hotmail.com
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El primero de estos centros ecoturísticos está en una playa virgen y tiene un diseño vanguardista y amigable con el medio ambiente, equipado con tecnologías ecológicas de luz solar y planta de tratamiento de agua residual. Cuenta con un restaurante, observatorio de aves y recorridos en kayak. Este sitio no cuenta con cabañas, pero puedes pernoctar en una hamaca debajo de una palapa o acampar en la playa mirando el cielo estrellado.
Después de una excelente comida en el restaurante El Ballenato, realizamos un recorrido por el estero y la laguna de Chantuto; posteriormente visitamos la pintoresca comunidad de pescadores de la Palma, quienes se caracterizan por conservar sus tradiciones al máximo. Ahí se localiza el Grupo Ecológico San Carlos, donde sí se puede pasar la noche en sus rústicas cabañas. Pasamos el resto de la tarde y la noche conviviendo con los pescadores, quienes nos enseñaron cómo se arreglan las redes y nos contaron historias sobre la maravillosa Reserva de la Biosfera La Encrucijada.
Al día siguiente, finalizamos nuestro viaje navegando de la comunidad de La Palma al embarcadero de las Garzas, localizado a 18 km del poblado de Acapetahua, para de ahí regresar a Tuxtla Gutiérrez, donde terminamos nuestro paseo ecológico.
Centro Ecoturístico San Carlos
Cel. 045 (918) 100-5734
Red de Ecoturismo La Encrucijada
T. 01 (918) 596-2514
Ecoturismolaencrucijada.com
FB/redecoturismolaencrucijada
Geolocation is 23.634501, -102.552784
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