Donde se junten tierra y mar se mezclan todos los ingredientes necesarios para encontrar paisajes que enamoran la mirada. Si además se levantan pequeños pueblos de pescadores, es el alma la que cae rendida a sus pies, y eso es lo que ocurre en Cinque Terre, en Italia, una zona que acabo de visitar realizando las mismas excursiones disponibles para los cruceristas que reserven el itinerario “Rincones Secretos del Mediterráneo” de Pullmantur.
En esta zona del noroeste del país, en la región de Liguria, los turistas se han enamorado de los cinco pueblos que componen Cinque Terre (o “Cinco Tierras”): Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola, y Riomaggiore.
Pero lo que muchos no saben es que la puerta a las Cinque Terre tiene un nombre que se susurra y se admira, Portovenere, en el Golfo de los Poetas.
En 1997 la ONU declaró Patrimonio de la Humanidad a Portovenere y las Cinque Terre. Razones no le faltaban para esa decisión y en este artículo sobre qué ver en Portovenere, entenderéis por qué acertaron y por qué al plantearte descubrir el Mediterráneo en crucero, deberías plantearte una zona menos conocida del mismo, como la que cubre Pullmantur Cruceros con su itinerario “Rincones Secretos del Mediterráneo”.
1El Puerto de Portovenere
Ya sea en Gerona, ya sea en Cudillero, admito que me encantan las soluciones arquitectónicas que se salen de lo habitual. Una de las más sencillas es alejarse de la uniformidad del blanco y darle un toque vivaracho de color a las casas.
Portovenere cumple ese deseado requisito personal con creces. La guinda del pastel es que lo hace al borde del mar.
A pocos metros de donde rocas bien situadas protegen el estrecho paseo, se levantan multicolores edificios tan estrechos como los de Amsterdam, con alturas máximas de siete pisos.
Si os fijáis, algunos de ellos tienen la base más ancha que su tejado, pues fueron construidos con un toque de pequeñas fortalezas, el primer punto de defensa, ya que Porto Venere ha sido objeto de ataques y saqueos por parte de piratas sarracenos o incluso de tropas de Aragón, durante la guerra con Génova.
Al caer la noche, esta zona bulle con las animadas charlas y el movimiento de las terrazas de los restaurantes, que ofrecen sobre todo productos frescos del mar a sus clientes. Y pizza y pasta, claro está.
Pista fotográfica
Una de las mejores vistas de Portovenere se obtiene desde la Isla de Palmaria, justo frente al puerto.
Los barcos que os llevan a ella, en un trayecto de apenas cinco minutos, os permiten dos oportunidades – a la ida y a la vuelta – para reflejar de la forma más bella la fachada histórica de Portovenere, desde el puerto hasta el Castillo de Doria.
2Gruta de Lord Byron (Grotta di Byron)
El Golfo de La Spezia, por la urbe al final del mismo, tiene el sobrenombre de Golfo de los Poetas, pues en estas riberas vivieron dos grandes poetas de principios del siglo XIX, Shelley y Byron.
Dicen que Lord Byron nadaba desde aquí para visitar a Shelley en San Terenzo, una hazaña que es difícil de creer pero que no resta ni un ápice de credibilidad a las vistas y la sensación de bajar a pie de mar para contemplarla.
Situada a los pies de la Iglesia de San Pedro, aquí venía el poeta para contemplar el mar, meditar e inspirarse en un entorno natural donde sólo las gaviotas y las olas interrumpen los pensamientos. O, más bien, los acunan.
Como no hay belleza poética sin tragedia, Percy Bysshe Shelley se ahogó en este golfo en circunstancias misteriosas a bordo de un bote de su propiedad, el Don Juan, en julio de 1822.
3Iglesia de San Pedro (Chiesa di San Pietro)
Portovenere o, correcto pero más raro, Porto Venere, surgió para la historia desde un mito. Dicen que la Diosa Venus nació de entre la espuma que se formaba al romper las olas a los pies de un promontorio, el final de la tierra firme y comienzo del mar.
Sobre él se edificó un templo pagano. y de sus ruinas surgió una pequeña iglesia en uno de los enclaves más privilegiados que he visitado nunca, vigilando la entrada al Golfo de La Spezia y mirando hacia el horizonte del Mar de Liguria.
Originalmente del siglo V, la fachada principal y orientada hacia Portovenere, con sus características bandas alternando el blanco y negro, es del siglo XIII.
Una terraza abierta desde donde se contemplan casi 360º de vistas al mar, a Porto Venere y La Spezia, a la Isla de Palmaria y a la costa de Cinco Terre, la Iglesia de San Pedro es un precioso mirador artificial.
No es de extrañar que fuera ya nombrado en un poema hace casi cien años, pues es el “cristiano templo” que aparece en la poesía “Portovenere” (1925) del Premio Nobel de Literatura Eugenio Montale, un genovés de nacimiento y cinqueterrés vacacional en su infancia.
« Là fuoresce il tritone
dai flutti che lambiscono
le soglie d’un cristiano
tempio, ed ogni ora prossima
è antica. Ogni dubbiezza
si conduce per mano
come una fanciulletta amica.
Là non è chi si guardi
o stia di sé in ascolto.
Quivi sei alle origini
e decidere è stolto:
ripartirai più tardi per assumere un volto. »(Portovenere, Eugenio Montale)
(”Ahí viene Triton / de las olas rompiendo / los umbrales de un cristiano / templo, y cada hora siguiente / es antigua. Cada duda / te lleva de la mano / como una pequeña niña amistosa / No hay ojos de nadie / ni oídos que escuchen / Aquí estás en los orígenes / y decidir es tonto / vuelve a comenzar más tarde para asumir una naturaleza”)
Si queréis unas vistas más románticas que desde la terraza superior, en un lateral de la iglesia hay una zona cubierta que presenta cuatro arcos que parecen de medio punto y son verdaderas ventanas de lujo a la costa.
Ver atardecer sobre la costa de Cinque Terre, con el Castillo Doria a vuestra derecha, es un espectáculo natural, gratuito e inolvidable.
4Castillo Doria (Castello Doria)
En el siglo XII, la República de Génova y la República de Pisa eran las potencias regionales de la época, disputándose el control del tráfico marítimo y de los territorios terrestres. Los medios no eran precisamente diplomáticos la mayor parte del tiempo.
La República de Génova tomó la primacía en esta zona a principios del siglo XII, y sobre las ruinas de un edificio anterior y con algunos elementos aún en pie, edificó en 1161 un nuevo castillo.
Al Castillo Doria se puede acceder desde un extremo urbano de Porto Venere, donde se ubica la Porta di Borgo, o desde el extremo costero, si venimos de la Iglesia de San Pedro.
Las vistas desde ella se complementan con las que obtenemos desde el castillo y desde los accesos. Con esa iglesia espectacularmente ubicada ocurre como con el Empire State Building en Nueva York, que hay que ver la ciudad desde él y ver la ciudad con él.
Pista de viaje
Las Cinque Terre pueden visitarse cómodamente como parte de las excursiones que se ofrecen al recorrer el Mediterráneo en un crucero.
La compañía española Pullmantur ofrece un itinerario especializado en esta ruta, llamado “Rincones Secretos del Mediterráneo”, con guías e información en español.
Disponible para viajar a mediados de Septiembre, pero con la recomendación de hacer la reserva cuanto antes, el recorrido “Rincones Secretos del Mediterráneo” es una interesante opción tanto para aquellos que nunca han viajado por el Mediterráneo en crucero como para aquellos ya han hecho un crucero por el Mediterráneo pero desean explorar nuevos rincones con encanto, rincones secretos del Mediterráneo que poca gente conoce.
Portovenere, incluyendo su isla de Palmaria, Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola, y Riomaggiore están incluidas entre las muchas y cuidadas ofertas de excursiones que se le presentan al crucerista. Y si tenéis dificultades con otros idiomas, recordad que en las excursiones Pullmantur el guía siempre habla castellano.
Esto, en Portovenere, lo conseguimos desde el castillo, con sus vistas por un lado a la iglesia, por otro a los acantilados y la costa de las Cinque Terre (con Riomaggiore visible en un día despejado) y hacia atrás, al Golfo de Los Poetas.
Si está abierto, daos un paseo por el tranquilo cementerio que se encuentra en el lado del castillo orientado al mar. No es un atractivo turístico en sí mismo, pero no deja de ser otro sitio para – de una manera distinta a como lo hacía Byron a los pies del agua – meditar y dejar atrás, por unos minutos, el caos y frenesí que nos acompañan en la vida diaria.
5Las callejuelas de Portovenere
Detrás de las preciosas casas que miran al puerto, hay un Portovenere de estrechas pero vivas callejuelas, donde los 4000 habitantes de la villa viven su día a día mientras los turistas pasean por ellas.
Podemos recorrerlas desde la Porta del Borgo, la principal puerta de acceso a la ciudadela, y una literal esquina amurallada de Portovenere.
Curiosidad
A la izquierda de la Porta del Borgo veréis tres curiosas piletas, dos juntas y una más separada, que parecen destinadas a lavarse las manos, aunque no se ve grifo o fuente alguna.
En realidad estaban destinadas a cobrar impuestos en especie de las mercancías que se introducían en la ciudad. El comerciante debía llenar la correspondiente pileta con su mercancía (recipientes distintos según fuera líquida o sólida), se le quitaba el tapón a esta y se trasladaba a un contenedor adecuado. Entonces podía cruzar la puerta.
Una de las piletas aún guarda una inscripción legible en la que se menciona a Génova, el año 1606 y que en ella se debía verter vino.
Atravesando el arco, bajo una inscripción que reza “Colonia Ianuensis, Ani 1113” entramos en la trastienda del Portovenere marino.
Portales y tiendas, viviendas y negocios, se alternan en esta leve cuesta arriba que es la Via Giovanni Capellini. En ella encontrarás dónde comprar “Pesto alla Genovese” o pasta, especialmente de variedades locales como Trofie y Croxetti (oriunda de Liguria) o probar unas sardinillas fritas (te las comerás como si fueran pipas).
El paseo por las callejuelas puede prolongarse hasta salir de ellas, los edificios dan paso a la explanada que lleva a la Iglesia de San Pedro, o girar a la derecha, buscando la Iglesia de San Lorenzo (Chiesa di San Lorenzo).
Desde ella, Santuario della Madonna Bianca, podemos continuar ascendiendo y premiarnos con otra forma de llegar al Castillo Doria y sus vistas.
6Excursiones desde Portovenere
Si tenéis tiempo libre porque pasáis varios días en Portovenere u os habéis organizado bien para aprovechar al máximo cada minuto en Italia y optado por hacer el viaje en crucero con Pullmantur, hay dos excursiones que os recomiendo desde Portovenere y que están a vuestra disposición dentro del itinerario “Rincones secretos del Mediterráneo”.
Una de ellas está a pocos centenares de metros y se basa en la naturaleza y el senderismo. La otra está a poca más de 50 km – que se recorren cómoda y fácilmente en un autobús al que os subís en el mismo muelle en el que atraca vuestro crucero de Pullmantur – y se basa en la historia y el callejear. Una es la Isla de Palmaria y la otra el pueblecito de Pontremoli.
La entrada Rincones Secretos del Mediterráneo: Portovenere, la puerta a las Cinque Terre se publicó primero en Viajablog.
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