Estados Unidos y el Reino Unido son dos países que se encuentran en el top 10 de las naciones más visitadas – por turistas extranjeros – en el mundo.
Dentro de la vastedad de ambos territorios (sobre todo el estadounidense) son dos los principales focos urbanos que atraen al turismo: Londres y Nueva York. Nueva York y Londres…
Para muchos, son dos hermanas separadas al nacer a las que ahora distancia todo un océano. Pero, ¿hermanas gemelas?, ¿o simplemente mellizas que no se parecen en nada?
Pues para ayudarte con esta pregunta, vamos a contarte algunas de las diferencias principales entre Londres y Nueva York.
1.El acento
Sí, ya sé que la lengua oficial de ambas ciudades es el inglés, pero nada tiene que ver el inglés de un neoyorquino con el inglés de un londinense. Eso dejando de lado el hecho de que una parte representativa de la población de ambas ciudades habla otras lenguas. Maravillas del mestizaje.
Mientras el inglés de London City es el típico acento perfecto y señorial que te recuerda a James Bond o los ejercicios de listening que hacías en la escuela, cuando te habla un neoyorquino te hace pensar si no estará mascando un chicle constantemente.
En cuanto a cuál gusta más, hay opiniones de todo tipo. Personalmente, me quedo con el inglés.
2. La moneda
La libra esterlina y el dólar americano son dos de las monedas en las que se ha medido la salud y potencia de las economías mundiales durante el último siglo.
Si vas a viajar a cualquiera de las dos ciudades, tendrás que cambiar tus euros a la moneda local.
Elegir bien dónde cambiar las divisas es algo realmente importante, pues las diferencias entre las distintas casas de cambio pueden ser muy altas.
La mejor opción que tienes en España para cambiar tus euros a dólares o libras es Eurochange. Esta empresa española te ofrece el mejor tipo de cambio posible además de la posibilidad de reservar tus divisas online o por teléfono (y recogerlas en tu oficina más cercana) o comprarlas online y recibirlas en tu propio domicilio (sin gastos de envío a partir de 1.000 euros). Todo ello con gran rápidez ya que lo tienes en casa en apenas 24 y 48 horas.
Recuerda solucionar este tema antes de partir de viaje y así tendrás un dolor de cabeza menos.
3. Los taxis
Los famosos black cabs (taxis negros) contra los taxis amarillos de Nueva York que hemos visto en tantas y tantas películas.
No tendrás que esperar ni un solo segundo para coger un taxi en Nueva York. Hay miles de ellos rodando por la ciudad en busca de clientes las 24 horas del día. A eso, únele UBER y tienes el cóctel perfecto para no caminar ni una manzana si no quieres.
Sin embargo, en Londres no son tan numerosos y muchas noches de fiesta puedes acabar haciendo una buena cola mientras el frío te deja helado.
Además, por la habitual ley de la oferta y demanda, los taxis en Nueva York son bastante más baratos que los de Londres, donde al recorrer un par de calles ya estarás en las 10 libras.
4. El metro
Y siguiendo con el transporte, también hay que comparar algo que todo el mundo usa en ambas ciudades: el metro.
El metro de Londres, inaugurado en 1863, tiene mucha más solera que el de Nueva York, cuyo primer tren recorrió las vías en 1904.
En este caso, hay un empate técnico por varias razones.
El metro de Londres tiene la ventaja de que tiene mejores conexiones que el de Nueva York. Para realizar un recorrido de A a B, siempre podrás hacerlo sin salir del metro, mientras vas empalmando una línea con otra. Esto no ocurre en Nueva York, donde a veces tienes que salir de una estación y caminar hasta otra para poder llegar a tu estación final de destino.
Sin embargo, el metro de Nueva York es mucho más puntual que el de Londres, sus vagones tienen mayor capacidad (y son más numerosos), tienen menos aglomeraciones y sus asientos son menos sucios que los tapizados de Londres. Además, aunque es cierto que las ratas son mucho más habituales en las vías neoyorquinas, la menor profundidad del recorrido del metro de Nueva York hace que la experiencia sea menos claustrofóbica que en Londres.
5. La arquitectura de la ciudad
Mientras que en Nueva York los rascacielos y apartamentos de estilo moderno son la tónica general, Londres ofrece una cara mucho más clásica.
Es cierto que en Londres también hay varias áreas de rascacielos y demás edificios vanguardistas, pero nada que ver con Nueva York.
Personalmente, me quedo con las casas victorianas y los barrios antiguos de casas bajas de Londres. Será por mi vena de enamorado de la Historia.
6. La educación de la gente
Vas caminando por Londres, distraído observando monumentos, y resulta que te chocas con un peatón o un coche tiene que frenar en seco porque no has mirado – o lo has hecho hacia el lado incorrecto – al cruzar la calle. No pasarán ni 0,3 segundos antes de que escuches un “Sorry” por parte de la persona a la que has molestado.
Los “excuse me”, “sorry”, “thank you” y “please” se escuchan millones de veces por segundo en la capital británica.
Sin embargo, la gente en Nueva York es bastante más ruda (se nota la traducción literal del término “rude”) o maleducada. Si te empujan para salir en el metro, no te quedes esperando una disculpa. Esto no quiere decir que sean mejores o peores personas – ya que la doblez de la personalidad británica es mundialmente comentada -, sino que no le dan tanta importancia a las formas.
7. La vida nocturna
Es cierto que prácticamente en cada esquina de Londres encuentras un típico pub británico, bien custodiados por una buena cantidad de clubs, discotecas y garitos de moda. Todo ello aderezado con un sinfín de restaurantes de todos los estilos que ofrecen platos típicos de las mesas de medio mundo.
Pero Londres sí que duerme en algún momento del día. Nueva York no.
El sobrenombre de ‘La Ciudad que Nunca Duerme’ no es una broma. Da igual la hora que sea. Siempre encontrarás algo abierto en Nueva York. Y no una cosa, sino centenares de ellas.
8. El estilo de vida
Mientras que la gente que vive en Londres tiene una rutina mucho más típica (trabajo, casa, cena, dormir), en Nueva York casi nadie, por ejemplo, cocina en casa. La culpa la tiene lo cara que es la comida en los supermercados (sobre todo la sana) y la gran cantidad de pequeños restaurantes baratos (sobre todo de comida rápida) que inundan la ciudad.
En Nueva York hasta los que viven allí acaban saliendo cada día de la semana a comer, cenar o tomar algo. Y como siempre, sin prisa por la hora de cierre de nada.
Después están las similitudes: grandes y buenos museos, los grandes parques de la ciudad (Hyde Park y Central Park), los miradores espectaculares (como el Top of the Rock neoyorquino y The Shard o London Eye de la capital británica), los musicales, etc.
Entonces, ¿tú con cuál te quedas?
La entrada Nueva York vs Londres, ¿cuál escoger? se publicó primero en Viajablog.
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