París es una ciudad maravillosa. Parece que el Sena, en lugar de agua lleva un extraño líquido mágico que se ramifica por las calles de la ciudad y convierte sus edificios y parques en obras de arte de una belleza plástica envidiable.
Museos, teatros, barrios llenos de vida, cafeterías, parques, grandes avenidas… Y después los grandes nombres propios, como Notre Dame, Sacre Coeur, Louvre, Orsay, Arco del Triunfo, Campos Elíseos, el Puente de Alejandro III… y, cómo no, la Torre Eiffel.
Nadie puede discutir que la Torre Eiffel es uno de los símbolos más internacionalmente reconocidos de París, si no el que más. Cada día, miles de turistas hacen cola para subir a esta megaestructura de hierro pudelado que se eleva 324 metros en el cielo parisino.
Si eres uno de los viajeros que están deseando disfrutar de las vistas de París desde la altura de 276 metros que te permite el último balcón visitable, lee detenidamente estos buenos consejos para visitar la Torre Eiffel.
Pero antes, nunca viene mal aprender un poco de historia sobre este monumento tan singular…
Un poco de historia sobre la Torre Eiffel de París
Torre Eiffel (Pixabay)
Aunque el nombre de la torre más famosa del mundo solo hace referencia al ingeniero francés que la construyó, Alexandre Gustave Eiffel, lo cierto es que su concepción fue un trabajo combinado de este muchacho y los ingenieros Maurice Koechlin y Émile Nouguier, además del arquitecto Stephen Sauvestre.
El proyecto se creó para asombrar al mundo durante la Exposición Universal de París en 1889. Decidieron construirla en un extremo del Campo Marte, junto al Sena. Aunque en un principio la Torre Eiffel tendría 300 metros – de hecho, era llamada, coloquialmente, la “Torre de los 300 metros” – más tarde se le añadiría la antena que le hace alcanzar los 324 metros.
Nada menos que 250 obreros trabajaron durante dos años y dos meses para poder levantar este símbolo de Francia.
Durante algo más de 40 años, la Torre Eiffel fue la estructura más alta del mundo y, aunque ya no lo es, sigue atrayendo a más de 7 millones de turistas cada año. Sin embargo, también sirve como emisora de radio y televisión.
Y ahora que ya sabes un poco de su historia, estos son los mejores consejos para visitar la Torre Eiffel.
Consejos para visitar la Torre Eiffel
Entre los mejores consejos para visitar la Torre Eiffel, podría destacar los siguientes:
1. Compra una entrada con la que puedas evitar las colas
La Torre Eiffel no es solo uno de los monumentos más visitados de París, sino también de Francia… Y del mundo.
Esto se traduce en algo muy básico: todo el mundo quiere subir a ella. Da igual que sea: lunes… Domingo… Por la mañana o la última hora de la tarde… En la Torre Eiffel siempre vas a encontrar unas colas bastante importantes.
Si eres una persona impaciente o vas a realizar la visita con niños pequeños, quizás lo mejor es que compres una entrada sin colas a la Torre Eiffel. Lo agradecerás.
2. Si vas en metro hasta la Torre Eiffel, bájate en la parada de Trocadéro
En este aspecto hay dos corrientes de pensamiento. Los hay que te dirán que este consejo es erróneo, pues la parada de metro de Bir-Hakeim se encuentra más cerca de la torre. Sin embargo, si paras en Trocadéro, al salir del subterráneo, tendrás unas vistas impresionantes de la Torre Eiffel, y el paseo hasta ella será grandioso. Hazme caso: Trocadéro.
Para mí es uno de esos consejos para visitar la Torre Eiffel que realmente hacen la diferencia con los pequeños detalles.
Torre Eiffel (Pixabay)
3. Disfruta de la Torre Eiffel de día… Y de noche
Otro de los consejos para visitar la Torre Eiffel es aplicable a los mejores monumentos del mundo. Estos suelen tener dos caras totalmente distintas si los contemplas en el día o la noche.
En el caso de la Torre Eiffel, la diferencia es bastante grande. Durante el día, si te acompaña el tiempo y la visibilidad es buena, merece la pena contemplar París en ebullición. Sin embargo, la noche trae consigo una ciudad iluminada que te quitará el aliento.
Quizás, uno de los mejores momentos para subir a la Torre Eiffel sea el atardecer. Admirar la puesta de sol desde allá arriba es algo que te pone la piel de gallina, pero también es cierto que tendrás que ser paciente, pues mucha gente elige ese momento para su visita.
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- Otras magníficas excursiones en París con guía en español y cancelación gratuita
4. Si estás medianamente en forma, sube por las escaleras
Un ascensor es siempre una fuerte tentación para aquellos que no son muy amantes del ejercicio físico. Sin embargo, te voy a dar dos buenas razones para que esta vez hagas una excepción y te decantes por las escaleras de la Torre Eiffel: las colas de espera para tomar los ascensores suelen ser mayores que las de las escaleras; y puedes ir disfrutando de las vistas, según vas ascendiendo, a tu ritmo.
Además, si decides tomar las escaleras y a mitad te das cuenta de que no fue una buena idea, siempre puedes subirte al ascensor en el primer piso.
Hay unos 670 escalones desde abajo hasta el segundo piso. A partir de este, es obligatorio coger el ascensor para seguir subiendo hasta la cumbre.
Torre Eiffel (Pixabay)
5. Sube pronto por la mañana al punto más alto posible
El mirador más alto de la Torre Eiffel se encuentra a unos 276 metros de altura. Obviamente, desde él tienes las mejores vistas y, al no caber tanta gente, se llena desde primera hora de la mañana. Sin embargo, si has madrugado para poder ser de los primeros visitantes del día, coge el ascensor directamente hasta ese mirador y disfruta de las vistas en soledad. La mayoría de la gente que entre a esas horas optará por el recorrido común y se detendrá un tiempo en el segundo piso. Ese será tu momento en la cima.
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6. Dedica un buen rato a disfrutar del segundo piso
Este no es solo un consejo para visitar la Torre Eiffel, sino para cualquier lugar monumental, ya sea producto de la mano del hombre o de la Madre Naturaleza. En sitios así, nunca tengas prisa. Disfruta de las vistas el tiempo que sea necesario, escuchando tu canción favorita o tomando de la mano a tu persona especial. Intenta capturar ese momento y consérvalo para siempre en tu memoria.
Y es que viajar es eso: coleccionar momentos inolvidables de los que después poder echar mano cuando tengas un mal día o te atrape la rutina. La imaginación será, entonces, tu mejor vía de escape.
Torre Eiffel (Pixabay)
7. Toma un vídeo de la subida en ascensor
Es la mejor manera que tendrás de poder ver – y mostrar – el curioso armazón interior de la Torre Eiffel. Graba tanto la variación de las vistas exteriores como el interior de esa maravillosa obra de ingenieros franceses de finales del XIX.
8. Dedica tiempo a tomar fotos desde los alrededores
Si quieres que tus fotografías muestren todo el esplendor de la Torre Eiffel, obviamente, no podrás hacerlas desde la misma. Camina por los alrededores, con paciencia, para buscar los mejores ángulos.
9. Ten cuidado con los carteristas
Como suele pasar en las atracciones turísticas muy concurridas, la Torre Eiffel es un buen caldo de cultivo para los carteristas. Vigila tus pertenencias en todo momento, aunque lo que estés viendo invite a que pases totalmente de ellas…
10. Cena en la Torre Eiffel
Cenar en el restaurante “Le 58 Tour Eiffel” es una de las experiencias más románticas que puedes vivir en París… O en el mundo. Puedes hacerlo contratando este tour con guía en español y que completa la noche con un magnífico crucero por el Sena y entradas al gran espectáculo de Moulin Rouge. Un pack insuperable.
¿Tú has estado ya en este lugar? ¿Qué otros consejos para visitar la Torre Eiffel podrías aportar?
La entrada Los mejores consejos para visitar la Torre Eiffel en París se publicó primero en Viajablog.
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